El día después. Desde tempranas horas del jueves, entre el desorden y el humo por la quema de todo tipo de materiales en el Mercado Municipal Nº 4, los permisionarios afectados observaban consternados y desorientados la secuela del siniestro en lo que fueron los puestos comerciales, mientras esperaban alguna respuesta de las autoridades municipales para las reubicaciones.
“Lo único que logramos recuperar fue una garrafa, pero no sabemos si funciona. Vendía comida y hasta la cocina que tenía se quemó”, lamentó doña Aurora Domínguez sentada en un pequeño banco de madera con dos bolsas a su lado, a la espera de una reunión con directivos para ver cómo volver a empezar de cero en el lugar donde lleva hace más de 30 años de trabajo.
Los locales incendiados, y que siguen en pie, están teñidos de negro. Entre ellos se encuentra el de cosméticos del señor Alcides Jara, quien pesaroso observaba su negocio con los estantes totalmente vacíos y las mercaderías quemadas y esparcidas por el piso, entre charcos de agua. El comerciante comenta que no tuvo tiempo para rescatar ninguno de los productos.
Saqueos
Sobre la calle Battilana se registró desplome de techos y puertas de chapa y parte paredes de locales. Tanto por la estructura debilitada como por los saqueos que también sufrieron los comerciantes durante y después del incendio.
Los malvivientes se aprovecharon de la tragedia y la falta de control en el lugar. “De madrugada vinieron con martillo para romper la pared y robar. No hay control de guardias”, relató indignado uno de los vendedores. En los pasillos se encuentran dispersos varios bloques de ladrillos.
REINICIO
Los comerciantes que no sufrieron daños, pero estaban cerca del área clausurada, volvieron ayer a instalarse en busca de las ventas diarias de las que dependen. Mientras los bomberos, en la jornada de ayer, seguían trabajando.
A pesar del humo persistente varios transeúntes circulaban en el área siniestrada, entre el ambiente insalubre, charcos resultantes del agua para aplacar el fuego y pasillos oscuros por el corte de energía eléctrica.
“Amor, tengo lindas medias”, exclamaba doña Ignacia Paredes, vendedora hace más de 60 años en el mercado, a quienes pasaban asombrados por el caótico sitio. “Ya hay mucha gente porque son muchos los curiosos”, refirió. Doña Ignacia logró que su pequeño puesto no sea afectado, pero indicó que también espera una reubicación ya que se encuentra en un pequeño pasillo. Asegura que su local es solo 150 cm por 60 cm, pero en los papeles le hicieron figurar 150 x 120. Por el espacio afirmó pagar un canon de G. 4.500 por día.
Silencio. El director del mercado, Christian Bareiro, no contestó las llamadas ni mensajes, ni el intendente interino, Humberto Blasco (PLRA). Tampoco atendió el teléfono a ÚH el electo Óscar Rodríguez. El actual jefe comunal, César Ojeda (ANR), alegó estar de viaje por España esta semana.