Las artistas dejan su huella artesanal en bachas de toilettes, mesas, lámparas, vidrios, vajillas, jarrones o algún objeto decorativo para el hogar.
“Veníamos con el deseo de emprender algo juntas, siempre con la idea de tener un producto novedoso, bello, único, y así, con esa proyección fueron llegando a nuestras manos preciosas piezas de cerámica que cumplían con todas nuestras expectativas”, comentó Luz.
Inicios. Antes del nacimiento del emprendimiento, las hermanas tomaron caminos diferentes, Luz es licenciada en Administración de Empresas y Coral es actriz desde temprana edad. En la sangre llevan la sensibilidad por el arte, ya que crecieron en ese ambiente guiadas por su madre, Luisa Moreno Sartorio, conocida escritora paraguaya, de quien heredaron la pasión en lo que realizan y la búsqueda de la creatividad.
La Barbó abrió sus puertas en octubre del 2019. Primeramente diseñaron lámparas Tiffany y una bacha decorada para el baño social de la casa de Luz.
“Era todo tan espectacular que pensamos en la alegría que nos daría acercar este tipo de piezas a todas las personas para sus casas. Sabíamos que sería un must en todos los hogares”, relata Coral.
La artista venía trabajando con artesanías de vidrio desde el 2014. Al principio se dedicó al mosaiquismo en la decoración de mesas y luego en la creación de lámparas. Sumando a sus trabajos la técnica Tiffany, vitraux gótico y vitrofusión, y así con esta selección de piezas artesanales fue naciendo La Barbó.
“Elegimos ese nombre porque viene de la barbotina, que es la materia prima de la cerámica”, menciona una de las emprendedoras.
La Barbó surge entonces del gusto exquisito por lo artesanal, lo distinto y va creciendo con entusiasmo y dedicación, señalan. “Actualmente estamos haciendo delivery para Asunción, Gran Asunción y también envíos al interior del país”, finaliza.
La Barbó, un gusto exquisito por lo artesanal y lo distinto, va creciendo con entusiasmo y dedicación de la mano de las hermanas Coral y Luz Gabaglio.