25 abr. 2024

Casi 20.000 transformadores tirados se queman y se teme desastre ecológico

Por desidia de la ANDE, que tiene los aparatos en desuso a la intemperie, en el predio de la subestática de San Lorenzo, todo el barrio Laurelty sufrió un gran susto y fue víctima de una gran contaminación.

Al menos 19.600 transformadores en desuso ardieron ayer, alrededor de las 17.00, en el predio de la subestática de la ANDE ubicada en el barrio Laurelty, San Lorenzo, causando una contaminación ambiental cuyas proporciones todavía no fueron cuantificadas, aunque el vocero del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay, Blas Cuenca, lo consideró como el peor desastre ecológico registrado en el Departamento Central.

Al inicio, una alarma generó la información de que los transformadores que se estaban quemando contenían un aceite refrigerante del tipo clorado que, según advertían toxicólogos, es altamente cancerígeno. El nombre comercial de dicho aceite es Askarel, componente cuya utilización, de acuerdo a publicaciones, ya había sido ocultada por la ANDE en años anteriores.

El ex presidente de la empresa, Angel María Recalde, en el noticiero de Telefuturo desmintió que esos transformadores contengan el elemento cancerígeno del que se hablaba, poniendo paños fríos a la alarma desatada en los vecindarios circundantes al predio. En ese sentido, en el Hospital de Clínicas se manejó incluso la posibilidad de evacuar a los internados, pero por asesoramiento de la Dirección de Toxicología se tomaron medidas de seguridad internas como mantener todas las aberturas cerradas, con sistemas de ventilación adicionales y artificiales dentro de las salas de internaciones.

Pasadas las 21.30, el presidente de la ANDE, Víctor Romero, especificó, desde el sitio, que los transformadores guardan aceite vegetal aislante, que en grado no peligroso contiene el elemento clorado. Al mismo tiempo, el titular de la entidad afirmó que el fuego, que en su momento más crítico llegó a los 2.000 grados, ya fue controlado por completo y los bomberos voluntarios solo se encontraban realizando los trabajos de enfriamiento.

Romero explicó que de las 20.000 unidades, se han analizado 6.700, en las cuales la presencia de este elemento está por debajo del nivel máximo permitido por normas internacionales; solo en 405 transformadores se encontró en un nivel superior, los que están separados en un depósito y que no fueron alcanzados por el fuego. Sin embargo, todos los demás se quemaron, es decir, incluidos los 13.000 y más transformadores cuya toxicidad de su contenido no se tiene definida.

Además de las unidades de bomberos de varias ciudades, hasta el sitio llegaron carros especiales de la Dinac y de Petropar, que cuentan con la preparación para combatir este tipo de siniestros.