La parada de carumbé sigue vigente en medio de la pandemia y realiza su labor todos los días en Villarrica. Dicho medio de transporte es una reliquia viviente y no pasa desapercibido para cualquier turista que visita territorio guaireño.
Don Celso Acuña, de 60 años, presidente de la Asociación de Carumbeceros, dijo a Última Hora que hace más de 95 años que el transporte típico de la zona permanece intacto, agregando que la llegada de la pandemia les afectó bastante.
Sin embargo, sigue vigente gracias a la valentía de los carumbeceros, que siguieron trabajando pese al cese de la demanda.
DEDICACIÓN. A los 7 años, Celso Acuña ya trabajaba en la parada de carumbé. Luego dejó por un buen tiempo el oficio, hasta que retomó el trabajo para nunca más desprenderse del carumbé.
Junto a su caballo, de nombre Mariposa, todos los días se acerca hasta la parada de carumbé para ofrecer su servicio de transporte. La parada se encuentra al costado de la Terminal de Ómnibus de Villarrica y funciona desde tempranas horas.
A bordo de estos carumbés realizan viajes por toda la ciudad desde G. 10.000 o más, dependiendo de la distancia en que uno desea recorrer.
“Hacemos servicios de traslado de las personas por todas partes y también paseos de turismo. Mientras que nosotros estemos aquí esta tradición permanecerá por mucho tiempo”, refirió Acuña.