En su último informe de fines de julio, la OMS enumera 25 “candidatos a vacuna” evaluados en pruebas clínicas en humanos (solo eran 11 a mediados de junio). La mayoría de estas pruebas aún están en la fase 1 (evaluar su seguridad), y otras en fase 2, en que ya se explora su eficacia. Pero solo cuatro candidatos a vacuna están en la etapa más avanzada, la fase 3, en la cual la eficacia se mide a gran escala.
FIRMAS. La empresa estadounidense Moderna inició recientemente su tercera fase, durante la cual se testeará a 30.000 voluntarios.
Hasta mediados de julio, dos proyectos chinos también ingresaron en fase 3: el del laboratorio Sinopharm, probado en Emiratos Árabes Unidos con 15.000 voluntarios, y el del laboratorio Sinovac, ensayado con 9.000 profesionales sanitarios en Brasil, en asociación con el instituto de investigación local de Butantan. El cuarto proyecto en fase 3 es europeo, desarrollado por la universidad de Oxford en cooperación con la empresa AstraZeneca, y está siendo probado en el Reino Unido, Brasil y Sudáfrica.
Además de los tests ya iniciados, la OMS contabilizó 139 proyectos de vacunas candidatas contra el Covid-19, aún en fase de desarrollo preclínico.
TÉCNICAS. Hay diferentes enfoques. Algunos equipos trabajan sobre vacunas convencionales, que usan un virus desactivado, como las de Sinovac y Sinopharm.
También hay vacunas de “subunidades”, a partir de proteínas (antígenos), que desencadenan una respuesta inmunológica sin virus.
Las llamadas de “vector viral” son más innovadoras: se usa otro virus como soporte, que es transformado y adaptado para combatir el Covid. Esta es la técnica por la que optó la universidad de Oxford, que utiliza un adenovirus (una familia muy corriente) proveniente de chimpancés.
Finalmente, otros proyectos innovadores se apoyan en vacunas de ADN o ARN, productos experimentales con piezas de material genético modificado. Es el caso de la empresa Moderna.
“Cuantos más candidatos haya, y sobre todo cuantos más tipos diferentes de candidatos a vacunas haya, tenemos más posibilidades de lograr algo“, explica Daniel Floret, técnico de vacunas francés.
Resultados preliminares de dos candidatas, la de la Universidad de Oxford y la de una firma china, CanSino se publicaron en la revista médica The Lancet y son alentadores, ya que demuestran que provocan “una fuerte respuesta inmune“.