El Señor, lejos de tomar ninguna represalia contra aquellos samaritanos que no tuvieron con Él las mínimas muestras de hospitalidad, tan arraigadas en Oriente, ni siquiera habla mal de ellos; no les critica, sino que se fueron a otra aldea. La reacción de los Apóstoles fue muy distinta. Santiago y Juan le propusieron a Jesús: ¿Quiéres que mandemos que caiga fuego del cielo y los consuma? Y el Señor aprovecha la ocasión para enseñarles que es preciso querer a todos, comprender incluso a quienes no nos comprenden.
Para nosotros, que nos vemos con tantos defectos, es un estímulo lleno de esperanza meditar que los santos también los tuvieron, pero lucharon, fueron humildes y llegaron a la santidad, incluso a sobresalir, como vemos en San Juan, en aquello que parecían estar más lejos del espíritu de Cristo.
El papa Francisco dijo: “La humildad es la fuerza del Evangelio”, manifestando además que de hecho, el Señor va siempre adelante, nos hace conocer cómo es el camino del cristiano. No es un camino de venganza.
Jesús reprocha a los dos apóstoles, Santiago y Juan, porque querían que bajara fuego del cielo sobre quienes no habían querido recibirle en una aldea de samaritanos (Lucas 9, 51-56).
Y tal vez en su imagen estaba el arquetipo del fuego que bajó sobre Sodoma y Gomorra y destruyó todo. Los dos apóstoles, sentían que cerrar la puerta a Jesús era una gran ofensa: “estas personas debían ser castigadas”. Pero el Señor se giró y les reprochó: “este no es nuestro espíritu”.
De hecho, el Señor va siempre adelante, nos hace conocer cómo es el camino del cristiano. No es, en este caso, un camino de venganza. El Espíritu cristiano es otra cosa, dice el Señor. Es el espíritu que Él nos hará ver en el momento más fuerte de su vida, en la pasión: espíritu de humildad, espíritu de mansedumbre.
(Del libro Hablar con Dios, de Francisco Fernández Carvajal, y http://www.pildorasdefe.net/post/noticias/IHS.php?id2=La-humildad-es-la-fuerza-del-Evangelio-Papa-Francisco)