En ese entonces, fue asesinado José María Martínez López. Se presume que el hombre estaba al mando de una avioneta que transportaba, presumiblemente, droga.
El piloto fue hallado en una fosa, enterrado. De acuerdo con la investigación, a cargo del fiscal Andrés Arriola, fue asesinado de un disparo en la cabeza; mientras que la aeronave fue despojada de su motor, llevada a un monte con un tractor y luego fue incinerada.