Esto lo expresó durante su prédica en la misa central en la Basílica Santuario de Caacupé. El padre abordó en su discurso varios aspectos que reflejan la realidad del país, como por ejemplo el desinterés de las autoridades por su pueblo.
‘‘Estamos haciendo mal o realizando bien las cosas, no nos podemos engañar a nosotros mismos. Si uno hace mal las cosas o transita senderos torcidos, uno lo sabe bien. A la conciencia no se le engaña’’, indicó.
Refirió que San Pablo arremetió con todo en contra de varios cristianos porque estaban en la oscuridad, no se entendían, y estaban todos divididos y no se daban cuenta de que Dios les estaba pidiendo una unidad verdadera.
El padre pidió que esta unidad no sea como la unidad granítica de los propios políticos de nuestro tiempo, que no sea para explotar al prójimo o para tragar al país. DB.