Brasil es, junto con Estados Unidos y la India, uno de los países más castigados por la pandemia de coronavirus, con 22,3 millones de infectados y cerca 620.000 fallecidos.
El ministro dijo que el asunto está en estudio por el área técnica de la cartera y que se reunirá con los secretarios de Salud de los 27 estados brasileños para discutir la medida, vigente ya en Estados Unidos y otros países.
Asimismo, reconoció la necesidad de aumentar la distribución de test, en un momento en que la variante ómicron del coronavirus se expande de forma acelerada en todo el país, aunque remarcó que la responsabilidad no sólo es del Gobierno federal, sino también de las administraciones locales y regionales.
“Tenemos que prepararnos para escenarios de mayor gravedad. Todavía no sabemos cuál es el potencial de esa variante (ómicron). Habrá que esperar tres o cuatro semanas para saber su potencial de letalidad”, manifestó.
En este contexto, señaló que le preocupa mucho la región norte del país porque allí la cobertura de vacunación es más baja e históricamente su sistema de salud es más frágil, comparado con el de otras áreas más ricas, como Sao Paulo. Por ello, dijo que es importante idear un plan de contingencia consistente para que los estados y municipios puedan responder ante una nueva explosión de casos de Covid-19 y abogó por acelerar la dosis de refuerzo de la vacuna en los grupos prioritarios.
En el último mes hubo además un apagón de datos provocado al parecer por un ataque informático a los sistemas del Ministerio de Salud que está dificultando conocer con exactitud la evolución de la pandemia en el país, que toda apunta a que está de nuevo acelerándose.
En la víspera, el país registró la primera muerte asociada a la variante ómicron, detectada en primer lugar en Sudáfrica en noviembre pasado y ya dominante en muchos países del mundo, incluido Brasil.
producción de vacunas. La Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), mayor centro de investigación en salud de América Latina y que produce en Brasil con insumos importados la vacuna contra la covid-19 desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, fue autorizada a seguir produciéndola con material totalmente brasileño.
La producción de la vacuna en 100% en Brasil, lo que garantiza la autonomía brasileña en las campañas de inmunización, será posible luego de que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) aprobara la seguridad y la eficacia del componente activo para el inmunizante producido por la Fiocruz en sus plantas en Río de Janeiro. Hasta ahora, el laboratorio estatal producía la llamada vacuna de Oxford en Brasil con el componente activo importado desde las plantas de AstraZeneca en China, por lo que dependía de los embarques y en algunos momentos tuvo que paralizar su producción por falta de material. “En la práctica, la decisión concluye el proceso de Fiocruz para que Brasil tenga una vacuna 100% nacional, con todas las etapas de producción realizadas en el país”, destacó la Anvisa.