Emprendimientos, infraestructura pública y comercio minorista surgen como los segmentos con los cuales prevén desarrollar productos crediticios en el 2019 tanto el Banco Nacional de Fomento (BNF) como la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), tras la disposición de retiro de fondos de ambas instituciones.
En respuesta a la apertura para la migración de recursos de libre disponibilidad de las instituciones públicas a otras entidades financieras, el BNF apuesta por programas para pequeños confeccionistas (que ya cuenta con un proyecto piloto en Yaguarón), y para pequeñas posadas y emprendedores rurales en el área turística. Daniel Correa, presidente de la firma, anunció que otorgarán financiamiento a cinco años de plazo, un año de gracia y tasas de interés de un dígito.
En cuanto a los créditos para empresarios, anunció que planean ajustar tasas, ya que para pequeños productores están en torno al 18% y las considera muy altas. “Queremos bajar las tasas y tener periodos de gracia que ayuden a los microempresarios, especialmente para los que inician sus emprendimientos, alargar los plazos”, expresó.
Con el programa Kuña Katupyry, el BNF pretende llegar a 3.400 o 4.000 emprendedoras, meta muy superior a las 1.000 beneficiadas con que cerraron el 2018. Para el efecto, prevén una línea de G. 30.000 millones a G. 40.000 millones.
La AFD, por su parte, incluye en su propuesta de modificación de la Carta Orgánica la opción de financiar proyectos de infraestructura de gran tamaño e intervenir en el financiamiento a startups o emprendimientos, según informó su presidente, José Maciel. Este año, el banco dejará de recibir recursos provenientes del Fonacide.