El prefecto de la Casa Pontificia explicó que el Papa Emérito está constantemente informado de la evolución de la pandemia y reza por todos los que sufren por este virus. “Le impresionó particularmente los numerosos sacerdotes, médicos y enfermeras fallecidos, especialmente en el norte de Italia, por el desarrollo de su servicio a los enfermos de coronavirus”, aseguró Mons. Gänswein.
En una misa en la Casa de Santa Marta a propósito del confinamiento del coronavirus El Papa tildo de “soberbio” a quien se indigne por el confinamiento ante el coronavirus. En este sentido, el Pontífice ha hecho hincapié de cómo la indignación es una fea tentación que lleva a la violencia. “Me mostraron, en un teléfono móvil, imágenes de la puerta de un edificio que estaba en cuarentena. Había una persona, un joven, que quería salir. Y el guardia le dijo que no podía. Y le dio un puñetazo, con indignación, con desprecio: “¿Quién eres tú, ‘negro’, para impedirme que me vaya?”.
Así, ha aseverado que la indignación es la “actitud de los soberbios, pero los soberbios pobres, los soberbios con una fea pobreza de espíritu, los soberbios que viven solo con la ilusión de ser más de lo que son”. “Es una clase espiritual, la gente que se indigna: de hecho, muchas veces estas personas necesitan estar indignadas, estar indignadas para sentirse persona”. “Rezamos por los enfermos, pienso a las familias encerradas, los niños no van a la escuela, a lo mejor los padres no pueden salir, algunos están en cuarentena. Que el Señor les ayude a descubrir nuevas formas de convivencia, nuevas expresiones de amor”, ha señalado el Papa.
(De https://www.aciprensa.com y https://www.lavanguardia.com)