El aumento de los nuevos casos de coronavirus llegados desde el exterior ha llevado a China a desviar los vuelos con destino Pekín hacia otras 12 ciudades del país, donde los pasajeros serán sometidos a controles de salud antes de poder continuar su viaje a la capital.
Tras tres días sin un solo contagio a nivel local, pero con los llamados casos “importados” sin cesar de crecer, la Comisión Nacional de Salud informó que se detectó un nuevo enfermo infectado por un viajero llegado desde fuera, el primer caso conocido de este tipo en China.
De forma paralela, ayer se alcanzó, con 45 contagiados, un nuevo récord de casos procedentes del exterior, que llevan días subiendo coincidiendo con el regreso de miles de chinos y extranjeros.
Aunque el número todavía es pequeño, las autoridades chinas temen que esos infectados que vuelven al país desencadenen una nueva oleada de contagios.
En tanto, varios países han restringido drásticamente los desplazamientos mientras Malasia ha desplegado al ejército para imponer el confinamiento a su población y frenar el virus que ya ha afectado a 95.000 personas en la región.
Pakistán suspendió todos sus vuelos internacionales. El país reporta 5.650 casos, 646 infecciones confirmadas y tres muertes por el coronavirus.
Millones de indios fueron sometidos a un toque de queda. India, de 1.300 millones de habitantes, aumentó los test de detección y se cree que el número de casos, de 320, está infravalorado. En Malasia ya había 1.306 casos, la mitad vinculados a una reunión internacional islámica, cuyos participantes regresaron después a Singapur e Indonesia con el virus. AFP-EFE
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nuevos contagios procedentes del exterior detectó ayer China, que teme una segunda ola de infecciones.