Tropas rusas intentan romper las líneas enemigas con una maniobra envolvente desde la región de Járkov al norte, la ciudad portuaria de Mariúpol al sur y la región de Lugansk al este del Donbás.
“Han comenzado a apretarnos con mucha fuerza desde el sur y también desde el norte. El plan de cercar nuestras fuerzas lo intentan llevar a cabo por todas partes”, comentó Oleksii Arestóvich, asesor presidencial ucraniano.
Hace casi dos semanas que el Ejército ruso anunció el repliegue de la región de Kiev, del norte del país y también de la zona de exclusión nuclear de Chernóbil. Con todo, Kiev mantiene que Moscú carece de los hombres suficientes para conquistar el Donbás.
LA OFENSIVA FINAL. La “liberación” del Donbás implicará el empleo de aviación, artillería y misiles, como ocurriera el viernes en la estación de tren de Kramatorsk, bastión militar ucraniano en la zona, donde murieron medio centenar de personas.
Arestóvich admitió que las tropas ocupantes han avanzado en dirección a Kramatorsk y al nudo de comunicaciones de Sloviansk, donde estalló la sublevación prorrusa hace ocho años.
También reconoció que el enemigo cuenta con varias veces más fuerzas que el Ejército ucraniano, aunque este lleva preparándose para este momento desde la firma de los Acuerdos de paz de Minsk de febrero de 2015.
CRÍMENES DE GUERRA. El presidente ucraniano Volodimir Zelenski habló el domingo con el canciller alemán Olaf Scholz, con quien dijo haber estado de acuerdo “en que todos los autores de crímenes de guerra deben ser identificados y castigados”, según un tuit.
Ucrania abrió 5.600 investigaciones por presuntos crímenes de guerra cometidos en su territorio desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero, e identificó a 500 criminales de guerra, informó el domingo la fiscala general ucraniana, Irina Venediktova, a la cadena británica Sky News.
La fiscala informó que hasta ahora han sido encontrados 1.222 cadáveres en la región en torno a la capital Kiev, que estuvo parcialmente ocupada por las fuerzas rusas.
Ante este desolador panorama de muerte y destrucción, el papa Francisco pidió este domingo una tregua de Pascua para avanzar hacia la paz “a través de una verdadera negociación”.
"¡Se depongan las armas! Se inicie una tregua pascual, pero no para recargar las armas y volver a combatir, ¡no!, una tregua para llegar a la paz”, declaró el pontífice en su ángelus de Ramos en la plaza San Pedro del Vaticano.
El Papa argentino denunció una guerra que “nos pone delante de los ojos masacres feroces y crueldades atroces cometidas contra civiles indefensos”. "¿Qué victoria será esa que plante una bandera sobre un cúmulo de escombros?”, preguntó.
Pero el patriarca ortodoxo Kirill, uno de los pilares del régimen de Vladimir Putin, llamó a la población a unirse para luchar contra los “enemigos externos e internos” de Rusia. “En este periodo difícil para nuestra patria, que el Señor nos ayude a cada uno de nosotros a apoyarnos mutuamente, incluso en torno al gobierno”, dijo Kirill en una misa en Moscú.
Con miles muertos en combates y más de 11 millones que dejaron sus casas (7,1 millones de desplazados internos) o el país (4,4 millones, según la ONU), Zelenski pidió a Occidente seguir el ejemplo británico: “Necesitamos más sanciones contra Rusia. Necesitamos más armas”.
BM: Economía ucraniana caerá 45%
La economía de Ucrania caerá hasta un 45% este año como consecuencia de la invasión rusa, mientras que la de Rusia retrocederá el 11% al tiempo que Bielorrusia y Moldavia entran en recesión, pronosticó el Banco Mundial (BM). La institución publicó una actualización de sus previsiones para la región que indica que la guerra en Ucrania está afectando a las economías de todo el mundo, con especial impacto en los países en desarrollo de Europa y Asia Central. El BM calcula que la economía de toda esa región retrocederá el 4,1% este año, un cambio notable comparado con su pronóstico previo a la guerra, que apuntaba a un crecimiento del 3% en Europa y Asia Central.