La volatilidad persistió ayer en los mercados de Argentina con una menor depreciación del peso y un aumento del riesgo país aunque la bolsa subió tras el lunes negro provocado por la derrota del presidente liberal Mauricio Macri en las primarias del domingo.
Un día después de perder 18,76% ante el dólar, la moneda se hundía al principio de la jornada pero luego de fuertes ventas de divisas del Banco Central se atenuó su depreciación a 1,77% respecto al cierre del lunes, con un tipo de cambio de 58,33 pesos por cada billete verde. En cambio, el índice líder Merval de la Bolsa rebotó con una ganancia de 10,22%, un día después de desplomarse 37,93%; una de las mayores caídas de su historia. El riesgo país, medido por JP Morgan, subía ayer a 1.607 puntos, el nivel más alto de la última década. El lunes se disparó 68,23% a 1.467 puntos.
El índice de riesgo país “es similar al de Mozambique en 2016 y al de la propia Argentina en el período 2001-2002, cuando declaró el default por unos 100.000 millones de dólares en medio de la mayor crisis económica de la historia de la tercera economía latinoamericana, afirmó la consultora financiera Capital Economics.
Los mercados se derrumbaron tras el fuerte revés de Macri en las primarias del domingo, en las que logró 32% de votos frente al 47% del peronista de centroizquierda y aliado del kirchnerismo Alberto Fernández, ahora favorito para las presidenciales del 27 de octubre.
Al estar ya definidos los candidatos de cada lista, las primarias se convirtieron en una encuesta nacional hacia las presidenciales. “Esto es solamente una muestra de lo que va a pasar si gana el kirchnerismo en octubre”, advirtió Macri el lunes al electorado que no lo respaldó.
La hecatombe financiera hace prever que, tal como ocurrió el año pasado con varios episodios de sobresaltos cambiarios, la fuerte subida del dólar se traslade rápidamente a los precios de bienes de consumo masivo y golpee a la actividad económica en general, en recesión desde abril de 2018.
Para Gabriel Torres, directivo de la calificadora de Moody’s en Argentina, el triunfo de Fernández genera mayores incógnitas sobre el rumbo que pudieran tomar las políticas económicas después de las elecciones del 27 de octubre y sobre su posible impacto en el perfil crediticio de Argentina.
Según el analista, el resultado obtenido por el peronista denota demandas de la población por reorientar las políticas económicas una vez que el nuevo gobierno asuma el poder en diciembre.
Ante este escenario de creciente incertidumbre y volatilidad financiera, Moody’s resolvió cambiar de estable a negativa la perspectiva de calificación B2 de la deuda argentina. Además, dijo que le gustaría contar con Roberto Lavagna, quien resultó tercero en las primarias del domingo y que desempeñó como ministro de Economía tras la crisis de 2001, con una gestión que logró reactivar la economía.