El premio fue otorgado, según el jurado, porque estos estudios han mejorado significativamente nuestra comprensión del papel de los bancos en la economía, particularmente durante las crisis financieras. Los estudios de los economistas se iniciaron desde principios de la década de 1980 y han abarcado un largo periodo y numerosas crisis, incluyendo la de 1930.
Diamond y Dybvig muestran cómo los bancos ofrecen una solución óptima al actuar como intermediarios entre ahorradores y prestatarios. Sin embargo, este rol es altamente vulnerable a los rumores sobre un colapso. El riesgo de corrida financiera se puede prevenir. Ellos proponen la implementación de un seguro público de depósito y que el Estado actúe como prestamista de urgencia para los bancos.
El argumento señalado para otorgar el premio señala también los riesgos de la propuesta de seguro, ya que puede incentivar a los bancos a participar en especulaciones arriesgadas en las que los contribuyentes pagarán el costo. No obstante, no solo es necesario implementar este mecanismo, sino otros tipos de normas sobre el capital bancario que limiten la cantidad de préstamos en la economía. El debate sobre las medidas está abierto y debe ser dinámico atendiendo a los cambios en el tiempo de los instrumentos financieros y de la coyuntura económica.
Bernanke, por su parte, demostró que las crisis generadas por las corridas bancarias se prolongan y profundizan en el largo plazo, debido a las fallas de información, más allá de los efectos directos de corto plazo.
La relevancia de los estudios radica en su aporte para la prevención y mitigación de las consecuencias negativas, teniendo en cuenta los efectos multiplicadores que han tenido las crisis. Cuando el sistema bancario falla y se produce una crisis financiera los bancos pueden quebrar, los préstamos se vuelven más caros o imposibles, los precios de las propiedades, de los inmuebles y de otros activos se desploman. Si esta progresión no se detiene, toda la economía puede entrar en un espiral de aumento del desempleo y quiebras. Algunos de los mayores colapsos económicos de la historia han sido crisis financieras.
Si nos remitimos al caso paraguayo, las crisis bancarias tuvieron un alto costo en términos del PIB. Algunas estimaciones señalan que el apoyo estatal al sistema bancario llegó al 6%, un nivel de subsidio que hasta hoy es difícil encontrar en otras políticas públicas.
A raíz de estas crisis, el marco institucional paraguayo fue reformado lo que permitió sobrellevar de manera tranquila y con mayor nivel de certidumbre la crisis 2008/2009. Esos aprendizajes e instrumentos estuvieron presentes también durante la pandemia.
No obstante los aportes, la premiación no estuvo exenta de polémica, ya que Ben Bernanke dirigía el Banco Central de Estados Unidos y la Reserva Federal, durante los años de la crisis de 2008/09. La principal crítica es la incapacidad de la institución para anticiparse; sin embargo, sus defensores, incluyendo la Academia sueca, señalan que el conocimiento generado permitió reducir las consecuencias de la misma.
En definitiva, este galardón tuvo como fundamento el importante aporte de la Ciencia Económica, al estudio de las regulaciones que el mercado financiero necesita para funcionar de manera adecuada y que un desequilibrio no se traduzca en efectos que se trasladen en el largo plazo y generen una profundización de la crisis. El objetivo es regular los mercados para que el sistema bancario cumpla su función de canalizar el ahorro hacia las inversiones productivas sin provocar crisis recurrentes.