Por Claudia Cardozo
CIUDAD DEL ESTE
En Ciudad del Este, en noviembre, ya se registraron cinco casos en que los “vecinos justicieros” atraparon, golpearon e incluso mataron a delincuentes.
El martes 3 de noviembre, dos hombres entraron a robar en una joyería del barrio Ciudad Nueva, kilómetro 7, de Ciudad del Este. Varios vecinos se percataron del asalto y acudieron con armas de fuego, para enfrentarse y perseguir a tiros a los delincuentes.
Uno de ellos, Rodney David Monges, resultó herido y pudo ser atrapado, mientras que el otro consiguió huir. Los pobladores entregaron al herido a la Policía.
Francisco Jara, el dueño de la joyería, dijo que los “vecinos justicieros” lograron recuperar el 60% de las joyas robadas, por valor de 7 millones de guaraníes, que aún son retenidas como evidencia en la Fiscalía.
“Los delincuentes tienen más privilegio que nosotros los que trabajamos con honestidad. Hay policías buenos, pero también hay cómplices de estos marginales; y a veces ya no sabemos a quién recurrir”, indicó el comerciante.
“Hacer justicia por mano propia es la única solución para defendernos a nosotros mismos, nuestras familias y vecinos”, sostuvo Jara.
El ejemplo de los pobladores de Ciudad Nueva cundió rápidamente. El sábado 14 de noviembre sucedió otro caso en el barrio San Vicente de Paul, cuando dos hombres intentaron robar la motocicleta de Lourdes María Paiva, quien pidió auxilio a los gritos.
Varios vecinos acudieron al instante y persiguieron en una cinematográfica carrera a los dos asaltantes, hasta atraparlos y golpearlos con mucha violencia, dejándolos malheridos. Finalmente, los entregaron a la Policía.
INSEGURIDAD. El jueves 19 de noviembre fue el turno de los vecinos del barrio La Blanca, cuando dos menores de edad ingresaron a la despensa “Lili” e intimaron con armas punzantes (estoques) a la dueña del local, Jorgina Doldán.
Esta vez, el enfrentamiento con los moradores del barrio dejó un saldo fatal. El menor A. B. R. (16) fue abatido a balazos por uno de los vecinos. Su hermano E. B. R. (17) fue aprehendido y entregado a las autoridades.
“En nuestro país no hay forma de confiar en la Justicia. Los propios policías, en muchos casos, están implicados con delincuentes o son ellos mismos los que te asaltan. No generalizo, pero en la mayoría de los casos los marginales tienen mayor privilegio que los trabajadores. Por eso es mejor que nosotros mismos hagamos justicia”, dijo Jorgina Doldán, la dueña de la despensa asaltada.
“Ya no existe seguridad, ni de noche, ni de día. A mí me intimaron a las 18, en mi propia casa, donde tengo una despensa. Casi violaron a mi hija, pero gracias a Dios mis vecinos se percataron y acorralaron a los asaltantes. A uno de ellos se lo detuvo y al otro lo balearon. No sabemos quién disparó, pero el que lo hizo, hizo muy bien, porque si eso no pasaba, no creo que estuviera contando mi historia”, refirió la mujer. Jorgina aseguró que también haría justicia por mano propia, en caso que algún vecino se halle en una situación como la suya.
OTROS CASOS. El domingo 22 se produjo otro caso, cuando Héctor Rafael Jara Sosa (22) y el menor R. F. R. (14), acusados de robar teléfonos celulares a una joven mujer, fueron perseguidos por vecinos del barrio Área 2 y acabaron acribillados a balazos.
En esta oportunidad, el Departamento de Informaciones de la Jefatura de Policía de Ciudad del Este presentó oficialmente el hecho como “un enfrentamiento con la Policía”, pero los propios vecinos relataron a periodistas de este medio que fue otro caso más de justicia vecinal por mano propia.
El último caso ocurrió el martes 24 de este mes, cerca de las 18.30, en el barrio San José, cuando dos ladrones asaltaron a moradores del lugar. Los vecinos persiguieron en una camioneta a los asaltantes, que huyeron en una motocicleta. Cuando les dieron alcance, atropellaron con el vehículo a la moto y los tiraron al suelo. Uno de ellos huyó, pero el otro fue atrapado y golpeado, hasta que finalmente fue entregado a la Policía.
El fiscal advierte juicios por homicidio
“Los casos de ajusticiamientos por mano propia no pueden ser justificados bajo ninguna razón. El Estado es el que debe proveer un sistema de seguridad para la población, y la Justicia debe encargarse de los criminales”, sostuvo el fiscal general adjunto de Ciudad del Este, Éver Ovelar. Los ciudadanos que lleguen a matar a ladrones o asaltantes, en nombre de una presunta justicia por mano propia, se exponen a ser procesados como homicidas, destacó el jefe regional del Ministerio Público.
No obstante, según Ovelar, los vecinos sí tienen autoridad y legalidad para detener a personas sorprendidas en el acto flagrante de cometer un crimen, y de entregarlos a la Policía.
“La ciudadanía puede ayudar a hacer cumplir la ley, que establece autoridad para que se detenga a personas flagradas en hechos delictivos. Si quieren, pueden incluso usar los golpes para detenerlos, pero hasta ahí", advirtió.
El fiscal dijo que la ley contempla que se pueda ocasionar la muerte de un delincuente solo en un caso extremo de legítima defensa. “No hay que confundir la defensa personal, pero sí uno puede actuar de esa forma para salvar su vida”, refirió.