Por Juan Pérez Acosta
Una alfombra de hojas secas cubriendo grandes escalones de piedras indica cada 25 de noviembre el sendero que deben seguir los pobladores de la Compañía Cerro Real, en Caacupé, para culminar la procesión de Cristo y depositarlo en su sitial: La cima del cerro Cristo Rey.
Elevado a unos 300 metros , este montículo de tierra y rocas que se encuentra a 400 metros de la ruta 2, a la altura del kilómetro 56, conjuga fe, naturaleza y leyendas que perduran gracias a los más longevos del lugar.
Hace dos meses, el temor de los abuelos se hizo conocer. El estruendo de unas explosiones terminó con el silencio milenario que caracterizaba al cerro: Desconocidos empezaron a cavar un enorme y profundo pozo, alterando la vegetación.
Los vecinos se acongojaron. Alguien buscaba plata yvyguy y no importaba destruir el cerro. María Luisa Núñez fue la primera moradora en llegar para ver los daños. Comentó que la excavación tenía aproximadamente 8 metros de diámetro y 15 metros de profundidad. Este es uno de los motivos urgentes que mueve a los devotos a pedir que el lugar sea convertido en reserva.
LEYENDAS. “Los pobladores del otro lado del cerro se percataron de los ruidos. Dicen que sus abuelos y sus padres no dormían de la preocupación, porque una leyenda cuenta que debajo duerme un monstruo gigante, y otra, que eso puede ocasionar una catástrofe”, explicó María Luisa.
Don José Castro relató que innumerables leyendas hablan de la existencia de metales preciosos en el cerro. “Nosotros decimos que se cavó buscando oro”, refirió. Los motivos pueden ser varios. Incluso se dice que hay gente que busca un “túnel construido por los jesuitas”.
Núñez remarcó que esperan que el Senado apruebe pronto el proyecto que pretende ubicar en el sitio un mirador, un teleférico y las 15 estaciones del vía crucis para respetar la tradición religiosa de la compañía Cerro Real.
La devoción a Cristo Rey convoca a centenares de personas que suben para orar y hacerles peticiones. La historia de esta tradición se remonta en los años 30, a causa de la Guerra del Chaco no se pudo terminar de construir el oratorio.
Los moradores aseguran que décadas atrás, sobre una roca había una huella petrificada, que se supone era de Cristo y que los pies de cualquiera calzaba en el hueco. La pieza fue destruida en un intento de robo.
Se dice que el nombre de Cerro Real proviene de un curioso descubrimiento: Alguien encontró una moneda real de la época colonial y como su protector era Cristo Rey, lo de “real” encajaba. “Antes la compañía se llamaba Valle Karê", comentó María Luisa. “Un sacerdote puso a consideración del pueblo y el nuevo nombre se aceptó".
Por todo esto, los pobladores de la compañía esperan que la Cámara de Senadores aprueben el proyecto de ley para declarar al cerro como área silvestre protegida. El proyecto fue presentado por el Diputado David Ocampos.