Almagro recibió el apoyo de 23 de los 34 miembros activos de la OEA (Cuba es parte del ente, pero no participa desde 1962), mientras que 10 países respaldaron a Espinosa y la misión de Dominica se ausentó de la sesión, celebrada en la sede en Washington.
Almagro superó la barrera de 18 votos que necesitaba para hacerse con la reelección, pero no recibió el respaldo casi unánime que le alzó como secretario general en 2015, cuando cosechó 33 de los 34 sufragios en unos comicios en los que fue el único candidato. Ayer agradeció a aquellos que llevaron adelante su candidatura, “que palmo a palmo la defendieron, la promovieron y la lucharon”, aseveró el político uruguayo, cuya propuesta fue impulsada por EEUU, Brasil y Colombia, y contó con el voto de Paraguay para continuar en el cargo. La votación, de carácter secreto, se produjo en una Asamblea General extraordinaria marcada por la polémica debido a que un grupo de países, entre ellos México y 13 miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom), pidió que se aplazara debido a la pandemia del coronavirus. Durante la sesión, informó la agencia EFE, se pudo ver a los embajadores con guantes de látex, separados a casi dos metros y desinfectándose las manos con gel.
Espinosa no pudo estar en la sala de la OEA donde se celebró la votación porque la organización decidió limitar la asistencia por el virus.
Su candidatura había sido respaldada por Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas, dos de los países caribeños más cercanos a Maduro, y había logrado captar buena parte de los votos del Caricom, y el respaldo de México y Argentina.