DESAPERCIBIDO. En el recuerdo quedó el emotivo recorrido del bus de la Albirroja, desde Ypané hasta el Defensores. Evitando el popular Mercado 4 y a alta velocidad, el trayecto al Defensores se hizo en tiempo récord, sin llamar la atención de los transeúntes.
DECEPCIÓN. La afición expuso su descontento con el presente de la Selección ya que asistió anoche al estadio en menor cantidad con respecto al juego ante Colombia. Alrededor de tres mil aficionados se hicieron presentes en el Defensores.
SOLO 12. También por el lado del visitante, el número de espectadores fue bajo, y solo 12. Si bien hay muchos venezolanos en el país, el complicado presente económico y los altos precios de las localidades hacen que ir al estadio sea todo un lujo.
DE NO ACABAR. Los cuidacoches y los revendedores no estuvieron ausentes, a pesar del fuerte control. Los mismos se ingeniaron para sortear las custodias y apostarse bien cerca del estadio.
PREVENTIVO. La voz del estadio esta vez no nombró a los entrenadores en la previa, en la configuración de los equipos. En el juego anterior ante Colombia el DT Eduardo Berizzo había sido abucheado por el público. ¿Fue la orden de arriba para no exponer al técnico argentino?
LLAMATIVO. Hubo pequeño intercambio de cánticos entre los hinchas apostados tanto en Norte como en Sur, haciendo alusión a Cerro y Olimpia. Incluso sonaron desde la previa batucadas, custodiadas (en Sur) por dos filas de policías. ¿Se habrá preparado especialmente el “aliento”?