Alba Rosalía Armoa, una de las imputadas por el quíntuple crimen de la casa de la calle Oliva, podría haber sido testigo de uno de los asesinatos, según fuentes de la investigación.
Los agentes que siguen el caso ya confirmaron el dato referente a que los crímenes se dieron en forma secuencial.
Dalma Rojas Rodas, su madre Elba Rodas y sus hijos Santino y Saulo fueron asesinados entre la noche del 28 de setiembre y la madrugada del 29, según manejan.
Desde la tarde del 29 hay indicios de la presencia de Alba en la casa. La joven declaró el pasado jueves ante la fiscala Esmilda Álvarez que estuvo por alrededor de diez días en el lugar conocido como la Casa del Horror.
Es por esto que existe la presunción de que la joven habría estado en el lugar cuando mataron a Julio Rojas, a quien se lo vio con vida por última vez en la tarde del 2 de octubre.
Los especialistas sostienen que el hombre habría sido asesinado entre la noche del 2 de octubre y la madrugada del día siguiente.
El hombre se habría ausentado de la casa y volvió el día 2. Hay imágenes de cámaras de circuito cerrado que corroboran esta información.
La fiscala Esmilda Álvarez, una de las que investigan el caso por parte del Ministerio Público, en conversación con radio Monumental, indicó que Rojas había abandonado la casa que compartía con su familia y que no se tiene certeza de que exista una conexión con el crimen de su esposa, hija y nietos, aunque reconoció que es una hipótesis que no se descarta.
Quien tiene más comprometida su situación es Bruno Marabel, principal sospechoso del crimen. “Cada vez hay más elementos de que fue el autor o estuvo participando”, agregó Álvarez.
DECLARACIÓN. Mañana debe presentarse, ante la fiscala Álvarez, Marcelo Sosa Díaz, que está detenido en la penitenciaría de Emboscada e imputado por homicidio doloso en grado de cómplice. El joven había ido a la Casa del Horror el pasado sábado 6.