Mal pálpito. Siendo una de las primeras causas de muerte en el país, las enfermedades del corazón históricamente se manifestaban en el grupo etario de 60 años para arriba.
Sin embargo, en los últimos años afectan cada vez a personas más jóvenes en el país, cuenta el doctor Marcos Melgarejo, director del Instituto Nacional de Cardiología Hospital San Jorge.
“Hoy vemos pacientes cada vez más jóvenes, de 40 años, de 38 años, tanto del sexo masculino como femenino. Son personas con problemas graves del corazón que requieren una intervención cardiaca”, describió.
Este panorama se da por diversos motivos, señala Melgarejo. Uno de ellos tiene que ver con la falta de adherencia a las medidas de prevención. (Ver infografía).
Las enfermedades cardiovasculares no solo tienen impacto en la salud de la persona, sino también se extienden a lo social y laboral.
“Imaginemos el impacto en una familia, donde la única fuente de ingreso es un padre con 40, 45 años que requiera una cirugía de corazón”, ilustra el cardiólogo.
PANDEMIA. Como ocurrió en todos los ámbitos de la vida los últimos dos años, la salud cardiovascular también fue afectada por la pandemia.
Los controles de las personas con problemas cardiológicos se retrasaron, ya que no iban a las consultas.
“Ahora estamos empezando a ver lo que llamamos daño colateral a causa de la pandemia. Cada vez más pacientes con problemas del corazón que están en un estado latente. Ahora explosiona todo eso”, revela.
En el Instituto Nacional de Cardiología ven esta situación. Es enorme la cantidad de pacientes que están recibiendo, cuenta el director.
La salud mental no está desvinculada de la cardiovascular, explica. Se ha demostrado que con la actividad física se pueden mejorar ambos aspectos. “Se ha demostrado que disminuye la enfermedad cardiovascular y mejora la actividad neurológica de los pacientes”, describe.
La dependencia excesiva a los teléfonos celulares también tiene su incidencia. Estos aparatos, sobre todo en niños y jóvenes, generan menos actividad física y, por ende, sedentarismo.
Melgarejo resalta también la importancia del cuidado de la salud del corazón en un país como Paraguay, donde se tienen temperaturas muy altas.
“Es fundamental, el clima no ayuda. Existen las combinaciones altamente peligrosas: sedentario, obeso, sin actividad física. Y de repente uno va, con 45, 50 años a realizar actividades físicas con esa temperatura. Eso no es lo recomendable”. Reveló que uno de cada cinco pacientes no sigue su tratamiento.