En aquella oportunidad, el ex legislador por Avanza País criticó la normativa aprobada por sus colegas, ya que a su criterio los requisitos que establece para que el dinero sucio no ingrese a la política solo podrán cumplirlos los que tengan mucha plata, los que están en el poder o los del integrantes del crimen organizado.
Agregó que la gente común no podrá cumplir los requerimientos que contempla la normativa, “por ende va a desinhibirse de la política”. Al respecto, remarcó que el que va a poder cumplir con esos requisitos es “el que tiene luego contadores para hacer balances sucios o fraguados”.
Ferreiro consideraba que muchos de los congresistas querían quedar bien con la prensa y apoyaban leyes impracticables porque no querían pagar el costo político y ser criticados a través de los medios. Decía que esos colegas suyos tienen pánico de la prensa y legislan de acuerdo a lo que creen que gustaría al periodismo.
“En el país estamos en un momento de chanterío infernal y de irresponsabilidad total. Estamos en un pésimo momento para discutir con serenidad y con altura los temas importantes, y hacemos leyes que en su aplicación van a beneficiar a quienes supuestamente se quiere combatir”, fueron sus palabras
CASO ULISES. El origen de los recursos a ser utilizados en las campañas electorales sigue siendo un misterio tanto para la Contraloría, la Justicia Electoral y los propios partidos políticos. La fiscala Lorena Ledesma, quien fue la encargada de imputar a Ulises Quintana, había solicitado a la ANR un informe sobre los recursos utilizados por Quintana para financiar su campaña. Sin embargo, desde el Partido Colorado informaron que no cuentan con los datos y no tienen forma de justificar el origen de los ingresos de ningún candidato.