Desde que se inició la pandemia, los locales del centro de Asunción fueron quedando paulatinamente vacíos, pero no precisamente por el aumento del precio de los alquileres, cuyo costo ahora se basa más en la capacidad de negociación del propietario y el inquilino para arribar a un acuerdo conveniente para ambas partes, sino porque este sector de la ciudad fue perdiendo su encanto y cada vez hay menos potenciales clientes paseando por el abandonado microcentro capitalino.
El estado de dejadez generalizado, la falta de limpieza, iluminación, seguridad y sitios atractivos para atraer a los clientes, comensales y visitantes son las causas de que los comerciantes y gastronómicos prefieran mudar sus negocios a otros sitios más atrayentes y cómodos de la ciudad.
Magy Mersán, directora de Mersan Emprendimientos, resaltó que el abandono de los locales comerciales del microcentro asunceno no se debería precisamente al aumento desmedido de los precios del alquiler; al contrario, estos se mantienen iguales que antes de la pandemia e, incluso, existen negociaciones entre propietario e inquilino, que hacen que sean más accesibles y fáciles de hacer frente.
“En estos dos meses, la gente está volviendo a abrir actividades nuevas o se está reubicando después de haber cerrado. Creo que más bien hay una transformación, la gente no vuelve a tener un local como el que era antes y eso se nota mucho en el rubro gastronómico, sobre todo”, dice.
Agrega que si los emprendedores encuentran lugares más adecuados para alquilar, con espacios al aire libre, buena vista, un entorno amigable y atractivo para sus clientes, prefieren mudar sus emprendimientos a zonas como Villa Morra, Carmelitas e, incluso, Las Mercedes.
Sobre todo, indica la agente inmobiliaria, esto se da más aún dentro del rubro gastronómico, que arriesgan incluso a pagar más por el alquiler y prefieren abandonar esos lugares que antes eran muy apetecibles, como el microcentro asunceno, pero que ahora ya no se adecuan a las necesidades del arrendatario.
FALTAN CLIENTES. Otro aspecto que contribuye a que los comerciantes y gastronómicos elijan otras zonas de la ciudad para asentar sus negocios se debe a la falta de clientes. “Antes de la pandemia, los principales clientes de los negocios del centro eran los funcionarios públicos y empleados de empresas, que con la pandemia trabajan a distancia o por cuadrilla y eso también afecta a las ventas”, comenta Mersán.