28 may. 2025

A los 91 años murió J.D. Salinger, escritor estadounidense

Uno de los mejores escritores de EEUU ha muerto hoy por causas naturales.
J.D. Salinger, autor de la famosa novela “El guardián entre el centeno”, tenía 91 años y desde hace medio siglo vivía recluido en una cabaña en New Hampshire.

Su nombre completo, Jerome David Salinger, falleció por causas naturales, según publicó el diario The New York Times, mencionando un comunicado del hijo del autor.

Salinger vivía aislado desde hace casi 50 años en una cabaña, en New Hampshire, al norte de Estados Unidos. El escritor se consagró en 1951 al publicar su primera novela corta: “El guardián entre el centeno” (también conocida como “El cazador oculto”). El libro fue un gran éxito y convirtió a Salinger en un “monstruo sagrado”. Dos años después, apareció “Nueve cuentos”, y en 1961 “Franny y Zooey”, un compilación de relatos cortos.

El libro fue un éxito espectacular. Dos años después, apareció Nueve cuentos, y en 1961, publicó Franny y Zooey, un conjunto de relatos cortos. La obra de Salinger “termina” con una colección de novelas cortas: Levantad, carpinteros, la viga del tejado, y Seymour: una introducción. En realidad, lo último que se publicó de él fue Hapworth 16, 1924, un cuento que ocupó casi todo el número del 19 de junio de 1965 de “The New Yorker”.

Ante la publicación de este cuento, la mayoría de los críticos lo defenestró: “Es lo peor que escribió Salinger”, podría ser la mejor síntesis de lo que escribieron. La periodista y escritora Joyce Maynard, amante de Salinger cuando ella tenía 19 años y él ya superaba los 50, cuenta en su libro Mi verdad, el enojo que los críticos le producían a Salinger.

En el 2000, su hija Margaret publicó “El guardián de los sueños”, un libro de “confesiones” en donde afirmaba que su padre bebía su propia orina, rara vez tenía relaciones sexuales con su madre, y ella era mantenida como una “prisionera virtual” en su casa, ya que su padre se negaba a permitirle que viera a sus parientes y amigos. Dos visiones negativas de este hombre alto y delgado, devoto del budismo zen y de una dieta alimentaria que sólo incluía frutas, hortalizas y nueces. Esto es lo que dice su ex amante, claro. Desde principios de los ochenta, Salinger no dio más entrevistas. Su misantropía se agudizó con los años.

FUENTE: clarín.com