A noviembre del año pasado, las remesas totalizaron 452 millones de dólares, según datos del Banco Central.
En el estudio denominado En Paraguay se exporta carne, soja y jóvenes; peculiaridades de la migración internacional y tendencias recientes (2009-2011), la autora, Claudina Zavattiero, apunta que la migración de los últimos cinco años está representada por una mujer joven proveniente del área rural. Asimismo, destaca que 134.000 familias, de 1.615.309 hogares de todo el país, tienen a alguno de sus miembros residiendo en el exterior.
El documento refiere que el 73% de las personas que reciben dinero desde el exterior lo hacen una o dos veces al mes, y que el mismo se emplea para cubrir gastos de primera necesidad. En menor escala se utiliza para pagar la educación de los hijos o de algún integrante del hogar.
En cuanto al volumen de remesas, indica que el monto mensual que reciben las personas de sus familiares en el exterior es de aproximadamente G. 700.000, unos 155 dólares (al tipo de cambio actual).
El promedio de montos recibidos, por países de donde se envían las remesas, es liderado por España, con 246 dólares mensuales, y en segundo lugar está Argentina, con 100 dólares, según el análisis.
El importe que perciben las familias varía de acuerdo con el área de residencia de los receptores. En el área urbana, ronda los 193 dólares. En zonas rurales, la cifra cae a 128 dólares al mes.
En cuanto al sexo de los receptores, las mujeres reciben en promedio 151 dólares; mientras que los hombres, 167 dólares.
motivo. Uno de los principales motivos de la emigración es el laboral. Un 87% de los casos están relacionados con la búsqueda de trabajo. Entre las mujeres, el 10% migra por razones personales o familiares, de acuerdo con las conclusiones del estudio.
Sin embargo, un dato resaltante es que de cada diez personas que viajaron, seis estaban trabajando en Paraguay, lo que sugiere que el motivo es más que nada la búsqueda de mejores condiciones laborales y perspectivas salariales.
Consultados sobre en qué trabajaban antes de partir, el 35% de los emigrantes dijeron que eran empleados (públicos o privados), el 27% era empleador o patrón, el 15% era trabajador familiar no remunerado y el 22% era empleado doméstico. En el caso de las mujeres, este porcentaje llegó al 48%.