23 abr. 2024

300 funcionarios sin funciones, mientras escuelas se caen a pedazos

Mañana se inicia un nuevo periodo educativo y los datos sobre la situación de la educación en Paraguay preocupan. Sin embargo, escasos han sido los esfuerzos para remediar esta condición. Tenemos carencias en infraestructura y serios problemas en cuanto al nivel de aprendizaje de los estudiantes; entretanto, los datos negativos se acumulan, el Ministerio de Educación mantiene a 300 funcionarios sin funciones, como almas en pena vagando por los pasillos, mientras siguen cobrando sin prestar ningún servicio al Estado. En contraposición, más de 100.000 jóvenes paraguayos no pueden formar parte del sistema educativo. Urge terminar con el despilfarro de recursos de los impuestos que pagan los ciudadanos para mantener un gigantesco e ineficiente aparato estatal.

Sin cumplir función específica alguna, mantiene el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) a unos 300 funcionarios, quienes aguardan su comisionamiento dentro o fuera del ministerio. De acuerdo con una publicación de este diario, estos denuncian que las autoridades retrasan la confirmación de las comisiones. Mientras tanto, estos funcionarios del MEC deben marcar su entrada, esperando a ser atendidos, en las oficinas de Talento y Movimiento de Personal.

De los 300 funcionarios, entre el 80 y el 90% disponen de rubros docentes; y según la explicación de Educación, ya remitieron una nota a la Función Pública, para determinar si los técnicos pueden emprender tareas administrativas en entes del Ejecutivo, en municipios o gobernaciones.

Los funcionarios sin funciones actualmente aspiran a ser trasladados a gobernaciones –como la de Central, donde hay un grupo numeroso de funcionarios del MEC– o a entes –como la Secretaría de Políticas Lingüísticas–, que dependen de la Presidencia, e incluso hay pedidos para pasar a ocupar puestos en municipios –como Fernando de la Mora, Lambaré o Asunción–. Todo esto equivale a poder suponer que en realidad el Ministerio de Educación no necesita de estos 300 funcionarios, de lo contrario, por qué se plantearían estos traslados de personas que cobran rubros de maestros.

Mientras tanto, como en un universo paralelo, los resultados de una evaluación nacional de aprendizaje, tomada en el 2015 por el Sistema Nacional de Evaluación del Proceso Educativo (Snepe), del MEC, revelan que los estudiantes de escuelas y colegios presentan un bajo rendimiento en todas las áreas, y que el nivel de aprendizaje en más del 50% de escuelas públicas está por debajo de la media.

Asimismo, el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos para el Desarrollo (PISA-D) también tiene datos relevantes. El programa examina el rendimiento de los alumnos en áreas como Lengua, Ciencias y Matemáticas, y los resultados determinan que solamente el 8% de los estudiantes de Paraguay alcanzaron el nivel mínimo de competencia en Matemáticas. A esto debemos agregar la siempre actual información referente a la emergencia en infraestructura que caracteriza al MEC, con sus 300 escuelas en condiciones críticas.

El Ministerio de Educación debe ser más efectivo a la hora de resolver los problemas de infraestructura, pero sobre todo debe tener en cuenta que este modelo educativo ya no se ajusta y no responda a las exigencias del mundo actual. Y se debe tener en cuenta que sin educación no podremos ni siquiera aspirar a superar nuestros graves problemas de pobreza y desigualdad.

El Ministerio de Educación es un monstruo dentro del aparato del Estado paraguayo, un monstruo con 300 funcionarios sin funciones a los cuales debemos mantener con nuestros impuestos; mientras tanto se inicia un nuevo periodo escolar en medio de tantas precariedades. Es urgente que se revierta este absurdo.

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