Según la investigación, a cargo de la fiscala Claudia Alonso, la joven Gladys Estela Zaracho, quien mantenía una relación con el victimario, fue hallada sin vida en una vivienda ubicada en Desmochados, Ñeembucú.
La mujer, quien se desempeñaba como enfermera en el puesto de salud de la localidad, fue estrangulada y luego, prácticamente, decapitada.
Fue su madre quien encontró a Gladys sin vida en la vivienda que compartía con su pareja.
La víctima ya había dado a su familia el aviso de querer separarse de Marín, por los constantes maltratos físicos y sicológicos. Inclusive, lo responsabilizaba en caso de que le ocurriera algo.
El Tribunal de Sentencia, integrado por los jueces Viviana Portillo, Sabrina Albera y Mirian Rivas, resolvió la pena de 28 años de cárcel.