Por Raúl Cortese
ENCARNACIÓN
Como producto de la preocupación, el sacrificio y la responsabilidad, vecinos organizados del barrio San Isidro, Etapa 6, de la ciudad de Encarnación, lograron el objetivo que se habían trazado: devolver la tranquilidad al barrio, recuperar la plaza y asegurar el diario vivir de sus hijos.
“Los robos eran diarios, nada se podía dejar fuera de la casa y abandonar la vivienda era muy arriesgado, porque se te metían los ladrones dentro y se llevaban todo”, empezó diciendo Marcelo Duarte, vicepresidente de la comisión barrial.
Se organizaron, juntaron dinero y adquirieron dieciséis cámaras que fueron colocadas en ocho manzanas del barrio, bajando la tasa delincuencial a prácticamente cero.
“Nos organizamos y empezamos a llevar adelante jornadas de venta de comidas los fines de semana. Con lo que se recaudaba contratamos los servicios de una empresa privada, compramos las cámaras y pagamos la instalación de las mismas”, explicó Duarte.
Estas cámaras fueron distribuidas estratégicamente en las diferentes cuadras del barrio, permitiendo desarrollar un seguimiento completo de las motocicletas, las personas o los vehículos, desde que ingresan al barrio hasta que lo abandonan.
Son cámaras de gran resolución que permiten identificar inclusive el rostro de los sospechosos y el número de chapa del rodado. “Filman con suma eficacia en horas de la noche y con un mínimo de luz. Estas mismas cámaras nos han permitido poder identificar a los ladrones y luego la Policía Nacional logró su arresto”, significó el vicepresidente.
Una vez ocurrido el hecho, los afectados denuncian en el barrio el suceso y se procede a la verificación de lo que las cámaras registraron para dar con la identidad de los ladrones y las evidencias de los hechos ocurridos.
En ocho meses de funcionamiento de estos equipos, fueron aclarados tres hechos de robo y aprehendidos los responsables. “La comercialización de drogas en el barrio desapareció, al verse los narcos vigilados por las cámaras. Logramos recuperar nuestra plaza, en la cual los chicos no estaban seguros para poder venir a jugar, porque fue copada por quienes venían a consumir o comercializar drogas”, destacó Duarte.
