23 abr. 2024

Una sorpresiva inundación ya sacó de sus viviendas a 82 familias ribereñas

Las aguas llegaron ayer a una altura de 4,40 metros en las costas de Asunción. La Comuna capitalina se apresta a sacar su equipo de emergencia. Los damnificados reclaman el apoyo logístico de la SEN.

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Desolación. Las aguas del río anegan lenta, pero progresivamente, las casas de los ribereños.

Un fenómeno que no estaba previsto a esta altura del año: la crecida del río Paraguay, y que empezó a afectar a numerosos pobladores del Bañado Sur y de la zona del Cerro Lambaré, en las costas de Asunción, se viene produciendo y amenazando con aumentar sus efectos devastadores para quienes habitan esos puntos ribereños.

Hasta el momento, con una altura de 4,40 metros, las aguas ya sacaron de sus casas a un total de 82 familias. De ellas, 62 son de la villa Nuestra Señora de la Asunción, del Bañado Tacumbú, y 20 de la comunidad indígena Sagrada Familia en el sector de Yukyty, en las faldas del Cerro Lambaré.

Toda esta gente empezó a ser traslada por cuadrillas de la Dirección de Riesgo de la Comuna capitalina al refugio que tiene la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) en el barrio Tacumbú.

Precisamente los damnificados reclamaron el apoyo logístico por parte de la mencionada institución del Estado, la cual, sin embargo, tiene por norma intervenir solo cuando la altura de nuestro principal afluente hídrico alcance los 5,50 metros.

El director de esta dependencia comunal, Aníbal Arias, explicó que los técnicos de la ANNP indicaron que la inundación llegará a los 4,50 metros y que empezará a descender nuevamente.

“Esta crecida afecta a la gente que está muy cerca del canal del río y que con una pequeña subida de las aguas ya debe salir al quedar sus casas anegadas”, agregó.

Mencionó que de todas maneras estarán preparados en caso de que el caudal del río supere los 4,50 metros para sacar a sus equipos de emergencia para realizar la asistencia.

delimitación. El intendente Mario Ferreiro, al recordar que hace un año atrás inició su gestión con 26.000 familias evacuadas y 100.000 personas fuera de sus casas, indicó que se viene una época de sequía que será aprovechada para delimitar ciertos lugares de la ribera en los cuales la gente ya no puede vivir.

“Nosotros vamos a ayudar a los damnificados cada vez que se presenta este tipo de fenómenos, que en este caso no estaba previsto, pero ya no se puede permitir que se ocupen sitios que están muy cerca del lecho del río”, ratificó.

Finalmente, dijo que se está asistiendo a los pobladores afectados por la inundación, tal como se hiciera en el operativo de retorno de las familias ribereñas meses atrás.