19 abr. 2024

Una princesa en las Reducciones de Trinidad

Por Raúl Cortese

TRINIDAD-PIRAPÓ

Cumpliendo con la agenda programada, la princesa Mako del Japón ingresó en horas de la mañana al predio de las Reducciones Jesuíticas de Trinidad, acompañada por la ministra de Turismo Marcela Bacigalupo y el gobernador de Itapúa Luis Gneiting, entre otras autoridades. La recibió el coro Mbya Guaraní, formado por indígenas del asentamiento Guaviramí, de Trinidad.

Su alteza se mostró interesada en los componentes del coro y su formación. Su recorrido duró más de lo previsto, debido a su interés en las Reducciones. La acompañó un guía turístico que le iba explicando los detalles de las construcciones en inglés. Formó parte de esta comitiva la actual presidente de la Cámara de Turismo de las Misiones Jesuíticas, Olga Fischer.

Sorbos de tereré. “Su sencillez sorprende, como también el real interés puesto en nuestras costumbres, artesanía y la historia misma del Paraguay, hasta tomó nuestro tereré”, comentó el gobernador de Itapúa. La alteza japonesa se encuentra de visita en el país desde el 7 de setiembre en el marco de la celebración del 80º aniversario de la inmigración nipona.

Cabe recordar que la Reducción de Santísima Trinidad del Paraná, la última y mejor conservada construcción de los jesuitas españoles que se asentaron en Paraguay en los siglos XV y XVII, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1993.

Con pantalones azules y una blusa color marfil, conservando el mismo peinado de los días anteriores, la alteza japonesa inició su recorrido escuchando y admirando interpretaciones corales de los descendientes Mbya Guaraní, que han poblado las construcciones, cientos de años atrás.

Hija de los príncipes Akishino y Kiko, la princesa Mako en la cena del lunes con autoridades en el Hotel Awa donde se alojó, había confesado estar muy ansiosa por conocer las Reducciones de Trinidad, y poder saber más sobre la historia que la rodea.

Uno de los momentos más emotivos de su visita, fue cuando estrechó la mano por largo tiempo de uno de los integrantes del coro Mbya Guaraní, Luis Cabral, estando así unidas en ese momento representantes de dos culturas tan lejanas.

Visiblemente emocionada, Mako abandonó el lugar para dirigirse a Pirapó, donde compartió un almuerzo; antes, fue testigo de una demostración atlética milenaria, el sumo. La princesa partió luego rumbo a Yguazú y hoy visitará la represa de Itaipú, compartida entre Paraguay y Brasil.