Dentro de dos años se cumplirán 150 años de la histórica Batalla de Acosta Ñu, ocurrida el 15 de agosto de 1869, durante la Guerra de la Triple Alianza, cuando aproximadamente unos 3.000 niños se vieron forzados a pelear contra un ejército de 20.000 soldados aliados, resultando masacrados. En recordación a esa trágica página de nuestra historia, cada 15 de agosto se conmemora el Día del Niño Paraguayo.
A casi un siglo y medio de aquella épica contienda, hoy tampoco existen muchas razones para celebrar. En la actualidad el 42,5% de la población en situación de pobreza tiene 14 años o menos, proporción que se eleva al 46,9% si se trata de pobreza extrema. Es decir, la pobreza total afecta a unos 828.000 niños y niñas, incluyendo 182.000 niños y niñas en situación de pobreza extrema, según el informe Objetivos de Desarrollo Sostenible. La Desigualdad como Obstáculo a la Reducción de la Pobreza, elaborado por la economista Verónica Serafini, publicado en la edición N° 51 de la revista Economía y Sociedad, del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep).
En dicho estudio, la experta considera que si desde las distintas instancias del Gobierno los demás poderes del Estado y la misma sociedad no se hace un gran esfuerzo por revertir esta situación, el Paraguay corre el serio riesgo de no llegar a cumplir las metas a las que se había comprometido ante la comunidad internacional en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en el marco de la Cumbre Mundial organizada por la Naciones Unidas en el 2015. Una de ellas era lograr la sensible reducción de la pobreza, principalmente para la niñez.
Lamentablemente, el panorama en términos de políticas públicas dirigidas al sector, en lugar de avanzar, parece retroceder. El presupuesto destinado a la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNA) se redujo en un 13% durante la última década, según destaca la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA) en un informe.
Entre otros datos preocupantes, unos 47.000 niños se encuentran en situación de criadazgo en el país, según la organización Global Infancia, lo que equivale casi a una forma de esclavitud moderna. Igualmente, el índice de violencia contra niños sigue siendo alto, ya que 6 de cada 10 de los niños o niñas sufren algún tipo de violencia, perpetrado principalmente desde un entorno cercano.
En este contexto, conmemorar el Día del Niño en recordación de la Batalla de Acosta Ñu, implica asumir el gran desafío de comprometerse a transformar positivamente esta situación. El verdadero Día del Niño llegará cuando en Paraguay tengamos a niños y niñas que no sufran tantas carencias.