19 abr. 2024

Una idea potable

Inventó un dispositivo que permite detectar, en tiempo real, si el agua que vamos a tomar es apta para el consumo o tiene algún contaminante. Su proyecto fue elegido como una de las mejores startups (empresas emergentes) de biotecnología en New York. Marcelo Céspedes echa luz sobre su innovadora propuesta.

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Marcelo Céspedes, en el momento de la presentación de su idea en el Bio & Health Tech, de New York, donde el proyecto fue elegido como una de las mejores startups de biotecnología.

The New York Times

A Marcelo Céspedes (33), paraguayo, analista de sistemas egresado de la Universidad Católica, la idea de crear algo que pudiera contribuir a salvar vidas lo obsesionó desde que empezó a explorar opciones para su proyecto académico en la New York University (NYU) de Estados Unidos, país adonde se mudó hace tres años para cursar una Maestría en Interactive Telecommunications (telecomunicaciones interactivas).
La premisa del trabajo era enfocarse en crear soluciones a problemas del mundo real. Y entonces Marcelo pensó en la gran cantidad de personas que hoy, en Paraguay y en el mundo, fallecen a consecuencia de enfermedades causadas por el consumo de agua contaminada. “Es un problema global. Las estadísticas nos dicen que por cada minuto que pasa, mueren tres personas por enfermedades causadas por mal uso del agua, en su mayoría niños menores de cinco años”, explica Marcelo.
El joven pensó también en lo lento y costoso que es actualmente analizar la calidad del agua —algo que se hace generalmente con reactivos químicos— para determinar si es apta o no para beber. “La detección de bacterias requiere de un laboratorio equipado para realizar cultivos bacteriológicos, y también de personal con formación. En algunos casos se tarda como mínimo tres días para obtener el resultado”, describe.
Con todo esto en mente, puso en práctica sus conocimientos de biotecnología y logró dar forma a un pequeño dispositivo capaz de recopilar información sobre el agua de manera casi instantánea y traducir eso en una luz: de color rojo, si está contaminada; azul, si está en buenas condiciones.
¿Cómo consigue que el análisis sea tan rápido y certero? A través de la medición de longitudes de onda. Ahondar más en este aspecto sería meterse en camisas de 11 varas, al menos para quienes no conocemos de biotecnología. Entonces, mejor enfoquémonos en el alcance de su proyecto: el hecho es que, lo que comenzó como un trabajo de investigación para la universidad, se convirtió en la base de un emprendimiento incipiente pero con un futuro prometedor.
La tecnología de este joven paraguayo ya está patentada en Estados Unidos. Y precisamente tiene como punto fuerte la capacidad de analizar el agua en tiempo real y de manera económica. “Es ultraportable y de bajo costo. Puede detectar sólidos disueltos, que son invisibles al ojo humano, y contaminantes biológicos sin utilizar costosos equipos de laboratorio”, detalla el creador.
Marcelo terminó su maestría hace un par de meses y actualmente forma parte de un programa de biotecnología con sede en New York, donde está ahondando en el desarrollo de su tecnología. “Conocí a profesores increíbles. Muchos de ellos fueron parte de grandes organizaciones gubernamentales, como la National Aeronautics and Space Administration (NASA), National Security Agency (NSA), Defense Advanced Research Projects Agency (Darpa) y otras grandes corporaciones. Ellos me alentaron a ir más allá de un proyecto de investigación dentro de la universidad”, resalta.
En enero de este año, el proyecto fue elegido por Bio & Health Tech como una de las mejores startups (empresas incipientes) de biotecnología en New York. Esta organización analiza todas las startups del rubro tecnológico que se enfocan en el desarrollo de nuevas drogas para tratar enfermedades y dispositivos de diagnóstico. “Mi proyecto fue destacado debido a que utiliza una tecnología innovadora que intenta paliar uno de los grandes problemas del mundo: la contaminación del agua”, señala Céspedes.
Actualmente, el estudiante está trabajando en la posibilidad de que su dispositivo pueda detectar, también, agrotóxicos (que representan una gran amenaza para las zonas de plantaciones agrícolas) y metales que son nocivos para la salud, como plomo y mercurio.
Es una excelente noticia que el proyecto de un paraguayo esté teniendo buena repercusión en Estados Unidos. Pero, ¿se puede pensar que esa tecnología llegará también a nuestro país? El inventor asegura que sí. “Es un sueño poder implementarla en Paraguay. Solo en el Gran Asunción, alrededor de 300.000 personas consumen agua contaminada. La mayoría ni siquiera es consciente de ello y, por ende, no puede tomar medidas que le ayuden a prevenir enfermedades. Con esta tecnología podemos construir sistemas en línea que analicen en tiempo real la calidad del agua e identifiquen zonas críticas, y mediante la información obtenida se pueden tomar medidas oportunas”, asegura.
Marcelo es consciente de que las cosas no son ni serán fáciles. “Emprender en ciencias no es sencillo, porque estás creando un camino nuevo, estás en un ambiente diferente”, considera. Sin embargo, está dispuesto a seguir adelante. “Es muy satisfactorio saber que lo que estás haciendo puede tener un gran impacto en el mundo y salvar vidas”.


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MINUTO FATAL
• Por cada minuto que pasa, en el mundo mueren tres personas por enfermedades causadas por el mal uso del agua, en su mayoría niños menores de cinco años.
• Solo en Gran Asunción, alrededor de 300.000 personas consumen agua contaminada, y la mayoría ni siquiera es consciente de ello.

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CÓMO FUNCIONA
• La tecnología diseñada por Marcelo Céspedes aún no tiene un nombre comercial. Se trata de un pequeño dispositivo tubular con rosca, que se puede colocar en cualquier canilla o botella de tapa rosca.