Los niños se encontraban correteando de aquí para allá, jugando a la pelota, al ludo - oca o al hula hula en las primeras horas de la mañana. Solo unos pocos practicaban dibujos en sus cuadernos dentro de las carpas móviles instaladas en el predio del Parlamento. Cada tanto, eran observados por funcionarios públicos vestidos de traje y corbata, quienes merodeaban sus juegos y en algunas ocasiones debían esquivar algún balón.
“Están muy bien los chicos acá, hasta aire acondicionado y ventiladores tienen las aulas móviles”, comentó Sixta Viuda de Fernández, abuela de tres alumnos de la escuela.
Los tres chicos asisten a la institución educativa desde Sajonia, porque tuvieron que mudarse de la Chacarita cuando el agua inundó el lugar.
“Estamos de acuerdo con la mudanza a este lugar por el temor a que la crecida regrese con todo”, dijo. Agregó que por esta razón también muchas familias decidieron no retornar aún a sus hogares.
Falencias. Los docentes se mostraron más reacios al nuevo local escolar y expresaron que necesitan al menos tres aulas móviles más para albergar a los más de 200 alumnos que recibieron hasta la fecha. Expresaron además que, sobre todo por la tarde, el calor hace que las clases se dificulten debido a que el sol apunta directo a estos espacios.
El director de Elisa Lynch, Juan Pérez, comentó que todavía no saben cuánto tiempo permanecerán en el sitio, pero que sí esperan más escuelas móviles para el martes.
“Es lindo el lugar, pero estamos viendo todavía cómo combatir el calor”, aseguró.