15 may. 2025

Un amigo de Putin dirigirá la diplomacia de Estados Unidos

EFE

Ejecutivo.  Rex Tillerson (der.), próximo secretario de Estado, saluda al presidente ruso  Putin.

Ejecutivo. Rex Tillerson (der.), próximo secretario de Estado, saluda al presidente ruso Putin.

NUEVA YORK - EEUU

El petrolero Rex Tillerson será el próximo jefe de la diplomacia estadounidense si es ratificado por el Senado, en un proceso que se espera sea muy complejo por los vínculos internacionales del elegido, especialmente con Rusia.

Tillerson, de 64 años, máximo ejecutivo de la petrolera ExxonMobil, la más importante de EEUU, fue confirmado ayer para el puesto por el presidente electo, Donald Trump, que en días previos había dado pistas claras en esa dirección. “La carrera de Rex Tillerson es la personificación del sueño americano”, afirmó Trump en un comunicado que da cuenta de este nombramiento, el más importante que le quedaba por designar del gabinete que lo acompañará en la Casa Blanca desde el 20 de enero. Al explicar por qué se inclinó por Tillerson, Trump destacó fundamentalmente sus dotes de negociador, algo que destacó también de otros empresarios que sumó a su equipo en diferentes posiciones del gobierno.

su relación con putin. Su relación con Putin aparentemente fue la clave para ser escogido por Trump, ya que el presidente electo desea mejorar las relaciones con Moscú, que se deterioraron gravemente a partir de 2014 tras la anexión de Crimea.

Sin embargo, esa relación también puede convertirse en un problema cuando el Senado vote si confirma o no a Tillerson, en un contexto marcado por la convicción de la inteligencia estadounidense sobre la interferencia de Rusia para ayudar a Trump a ganar las recientes elecciones presidenciales. Tillerson “tuvo más tiempo de relaciones con Vladimir Putin que cualquier otro estadounidense, con excepción de Henry Kissinger”, dijo John Hamre, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.

Tillerson, que ha hecho toda su carrera en ExxonMobil, recibió en 2013 la Orden de la Amistad de manos de Putin. Reforzó la presencia de Exxon en Rusia con una alianza con la petrolera estatal Rosneft y se opone a las sanciones que EEUU y sus aliados impusieron a Rusia.