17 abr. 2024

Todavía estamos a tiempo

En el año 1995, hace 21 años, en el poblado de Aguasblancas, México, fueron asesinados campesinos de forma similar a la masacre de Curuguaty, en Marina Kue.

Conmovió aquel asesinato, inclusive hay un corrido mexicano sobre él. Pero la mayoría de los ciudadanos nada hizo para que se aclararan aquellas muertes por parte de poderosos en connivencia con el Estado. Eran cosas de campesinos. ¿Seres de cultura inferior? Y nadie salió a la calle a protestar.

Luego, vinieron más muertes no solo de campesinos sino también de estudiantes y de obreros. Al comienzo, centenares. Luego, miles al año.

Del campo las muertes llegaron también a las ciudades. Y cada vez, creciendo más y más en número. Todas quedaban impunes y, por indiferencia o miedo, con pocas protestas colectivas.

Han pasado 21 años y ahora hay movilizaciones hasta de decenas y centenares de miles de manifestantes. Pero, ya es tarde. No consiguen nada porque en ese tiempo las bandas de asesinos también se hicieron más fuertes y más unidas al Estado.

El pueblo mexicano, unido y manifestándose en las calles, ya no es capaz de detener estas olas de miles y miles de asesinatos.

En Paraguay estamos ahora viviendo un momento histórico con la masacre de Curuguaty de campesinos, y con la condena fiscal de sus compañeros a muchos años de cárcel.

Todavía estamos a tiempo para cambiar la historia. Si unidos todos no paramos esta doble injusticia de muertes y cárcel de campesinos inocentes, en adelante matarán a más campesinos, darán penas aun mayores para meterles miedo y en las ciudades destrozarán con una fuerte represión mortal cualquier protesta.

Recordemos de nuevo despacio lo dicho. Más vale salir todos a la calle ahora, para conseguir “absolución ya” a los presos inocentes de Canindeyú y castigo a los asesinos de los diecisiete muertos, que tener posteriormente que llorar la muerte de nuestros hijos.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.