MIAMI, EEUU
Esteban Santiago, el tirador que mató a cinco personas e hirió a otras seis en el aeropuerto de Fort Lauderdale, Florida, había acudido en noviembre pasado a la oficina del FBI en Anchorage, Alaska, para manifestar que el Gobierno de EEUU controlaba su mente y lo obligaba a ver videos del Estado Islámico, y que oía voces en su cabeza.
Por razones que se desconocen, el joven de 26 años, ex militar con problemas psicológicos que prestó servicios en Irak, eligió el aeropuerto de Fort Lauderdale, en el sur de Florida (EEUU) para cometer un ataque que las autoridades no descartan si fue de naturaleza terrorista.
“Todo indica que viajó a este aeropuerto para cometer este horrible ataque. No hemos identificado ninguna motivación que haya causado este ataque”, manifestó hoy George Piro, de la oficina del FBI en Miami.
En una rueda de prensa desde el aeropuerto, Piro agregó que las motivaciones terroristas no se han descartado, aunque resaltó que la investigación se halla en una fase preliminar y se estudian “todos los ángulos posibles”.
Las autoridades federales y estatales han confirmado por el momento que Santiago, nacido en Nueva Jersey, criado en Puerto Rico y que estuvo destacado un año en Irak, eligió este aeródromo para desatar el ataque, que se saldó con cinco víctimas mortales y seis heridos.
El atacante, quien sirvió en la Guardia Nacional en Alaska, de donde fue separado por “desempeño insatisfactorio”, según esta dependencia, ha mostrado una actitud colaboradora durante los largos interrogatorios a los que ha sido sometido y que concluyeron esta mañana, agregó el agente.
Las autoridades federales y locales creen que en la matanza que desató en el aeropuerto de Fort Lauderdale, que en un día normal puede recibir más de 80.000 pasajeros, Santiago actuó solo y armado únicamente con una pistola semiautomática de 9 milímetros.
Santiago, a quien hoy se le deben presentar cargos formales, permanece en una cárcel del condado Broward .