En su casa y ante un gentío excepcional, que acudió en masa a las gradas del Luis Alfonso Giagni, el equipo dirigido por Fernando Ortíz quedó eliminado del segundo certamen más importante del continente. 1-3 el marcador final de un partido para el olvido en Villa Elisa.
Con la misión de revertir el 1-0 en contra, resultado con el cual volvió de Campinas, tras su primer choque en la segunda fase de la Copa Sudamericana, los elegidos del Danzarín salieron a buscar el arco rival a como dé lugar.
En ataque, con Villagra y Toledo de entrada, Sol de América enseñó variedad de opciones y aproximaciones hacia lograr el objetivo. Sin embargo, la retaguardia estuvo floja en la noche y la calidad de la “macaca” no absolvió.
Corrían apenas 8' cuando Jadson encontraría en solitario una pelota, con el guardametas Silva vencido tras un rebote en el área chica. A portería descubierta, el mediocampista ofensivo la mandó a guardar, poniendo al descubierto que ya a esa altura la defensa local carecía de fineza.
No obstante, la otra cara del equipo la desplegarían Vera, Giménez, Villagra y Toledo. Justamente éste último fue quien emparejó parcialmente las cosas con una resolución que dejó sin respuesta al portero Aranha, a los 12' de la primera parte.
Tan rápido llegó el empate que los siguientes avances del Danzarín invitaban a soñar con la remontada. Una y otra vez el tremendo público presente se levantaría para gritar gol, pero el balón siempre pasaba cerca o se perdía sin éxito.
En tiempo de adición, sobre los 47', llegaría el segundo a favor de Ponte Preta y la inclinación de la balanza determinaría el peso de la historia. Un golpazo que oscureció aun más la velada, teniendo en cuenta que los vestidos de azul estaban obligados a convertir como mínimo tres más.
Ya en la complementaria, de tiro penal, Lucca sentenció el encuentro. Una mano en el área sur del campo propiciaron el terror. El Dt Gilson Kleina saltaba de alegría. Su cuadro respondió al 100%. El reloj de Wilson Lamouroux mostraba los 54' y todo quedaría sentenciado.
Peor se puso el panorama cuando a los 60', Martín Giménez se perdía su oportunidad desde los 13 metros. En frente, Aranha dijo presente y evitó la posibilidad del descuento en dos ocasiones. En principio tras el tiro directo y en el rebote, volvió a demostrar una reacción tremenda.
Desencajado Sol sellaría entonces, sin lograr encontrarse y lejos de cualquier quimera internacional, los últimos minutos de la cita deportiva, abandonados por el bullicio del inicio en “La Cueva”.
Ahora, los Dragones tendrán que dedicarse lo que queda del año al campeonato local. La temporada pasada habían alcanzado los octavos de final. La apuesta de la directiva fue fuerte y la desazón del momento finalmente deslucieron los precios inéditos y populares que volcaron a la gente a la cancha.