En un viernes de inusitada actividad en el Senado, esta mañana culmina el juicio político a la actual contralora Nancy Torreblanca, por mal desempeño en sus funciones, entre otras acusaciones. Los viernes suelen ser de escasa o nula actividad en el Congreso.
La Cámara juzgadora tiene la posibilidad de restablecer la normalidad en el organismo de control o dejar impune la serie de anormalidades denunciadas por los fiscales acusadores de la Cámara de Diputados.
Si bien la mayoría de las bancadas están inclinadas hacia la destitución de Torreblanca, no se descartan sorpresas que se puedan dar desde diferentes sectores, dejando un clima de impunidad en la Contraloría General de la República (CGR).
Ataques. A pesar de la aparente inclinación de la mayoría por la destitución, llama la atención la virulencia de los ataques de la contralora a diferentes estamentos del Gobierno, como si estuviera segura de salir indemne de este trance.
Ya en la lectura de la defensa, el martes pasado, los legisladores –y hasta la prensa– fueron víctimas de los ataques de la acusada.
Ayer, Torreblanca se tiró contra el ministro de Hacienda a quien acusó de “quiebre institucional”, porque no se les desembolsa el salario a los funcionarios de la entidad.
Por ello no se descarta que se reensamble la defensa de Torreblanca, para que culmine el mandato en la CGR, que se extiende hasta diciembre de este año.
Cuórum. Para que el Senado falle por la destitución se precisa de una mayoría absoluta de dos tercios de sus integrantes, es decir, 30 votos.
Ese es uno de los puntos que pueden manejar quienes pretenden salvar a la contralora.
Al no presentarse a la sesión, los senadores no votarán directamente por mantener a Torreblanca en el cargo, pero –en forma solapada– evitarán que se den los números para su destitución. Ese es un manejo que se dio en anteriores ocasiones, cuando los números estaban ajustados, y el tema era muy polémico.
Otro punto que puede incidir es que lleguen a tiempo, o no, los senadores que están en el exterior.
Los colorados Víctor Bogado y Mirta Gusinky, así como Manuel Bóbeda, del Unace, y Pedro Santacruz, del Partido Democrático Progresista, retornan en las primeras horas del día de Taiwán.
Fueron a dicha isla a finiquitar acuerdos para la donación de equipos para la televisión de la Cámara Alta.
A pedido de estos senadores, la prosecución del juicio político fue postergada para hoy, ya que en principio estaba marcado para el miércoles pasado.
MARATÓNICO. Tres son las sesiones extraordinarias convocadas por la presidencia, en el marco de la prosecución del juicio político.
La primera de ellas está marcada para las 9.00, y en ella se procederá a la admisión o el rechazo de las pruebas ofrecidas por ambas partes.
La segunda sesión extraordinaria será a las 10.00, para la presentación de los alegatos de las partes.
Finalmente, a las 11.00, tendrá lugar la deliberación que será pública y posteriormente se dará la sentencia.
Todo ello podría quedar sin efecto si Torreblanca presenta su renuncia en las próximas horas, hecho que tampoco se descarta, teniendo en cuenta que el ahora ex contralor Rubén Velázquez renunció horas antes de las sesiones finales del juicio político.
Si se da ese caso, se desconvocará la sesión hasta que la Cámara de Diputados acepte la renuncia, con lo que finalizará el proceso.