El mayor fabricante de smartphones del mundo dijo la semana pasada que cambiaría todos los Note 7 en 10 mercados, incluyendo Corea del Sur y Estados Unidos, un revés costoso para una empresa que contaba con reforzar sus ingresos con el teléfono en un momento en el que competidores como Apple Inc lanzan nuevos móviles.
Las denuncias que apuntan a que las baterías de los teléfonos han comenzado a incendiarse mientras se cargan o durante su uso normal llevaron a la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de Estados Unidos a detener el uso del aparato.
Las autoridades de aviación y las aerolíneas de todo el mundo también han emitido prohibiciones o pautas que impiden que los pasajeros enciendan o carguen el teléfono dentro de los aviones. “Estamos pidiendo a los usuarios que apaguen sus Galaxy Note 7 y los cambien tan pronto como sea posible”, dijo en un comunicado Koh Dong-jin, director del negocio de móviles de Samsung. reuters