Todas las emociones se vivieron en el alba del partido, en la calurosa jornada en barrio Obrero. El Gitano Daniel Güiza volvió a mostrar toda su clase y se reencontró con las redes luego de aprovechar una exquisita asistencia del mellizo Óscar Romero. El español controló con frialdad el balón y ante la desesperada salida de Valenzuela, ubicó el esférico por encima del golero ñuense. Güiza se sacó la mufa de juegos anteriores y volvió a festejar.
La respuesta del equipo de Trinidad no se hizo esperar. Mientras duraba el festejo local, fue Osvaldo Hobecker quien se internó en el área local, aprovechó un grueso error en la salida de la defensa de Cerro y con un fuerte remate venció a Diego Barreto.
Desde ahí el compromiso, cuando vaticinábamos que aumentaría en ritmo y emociones, tuvo un estancamiento. Los riesgos en los arcos fueron mínimos y la distribución del juego fue en forma equitativa. El Ciclón no tuvo la profundidad de encuentros anteriores y careció de fantasía en las elaboraciones de jugadas. Si bien Güiza estuvo movedizo, no consiguió encontrarse con sus compañeros. Óscar Romero inquietó en algunas ocasiones cuando se decidió a buscar el fondo, pero no pasó de ello.
Friccionado. En la etapa complementaria, Astrada decidió buscar el triunfo y realizó algunas modificaciones que finalmente no fueron efectivas.
Rubio Ñu fue mayor propietario del juego en ese tiempo, pero no supo quebrantar a Diego Barreto por carencia de peso en el área.
Por su parte, el árbitro Carlos Amarilla volvió a reaparecer como de costumbre y exhibió tres cartones rojos. Dos fueron para Cerro (Paniagua y Sperduti), y uno para Rubio Ñu (Ciz).
Ahora Cerro Porteño debe dejar atrás su discreto juego en el campo local y abocarse netamente a su compromiso copero de esta semana. La baja sensible del Ciclón para el choque ante Boca será la del mellizo Óscar Romero, quien por una lesión en el aductor derecho no participaría en el juego de ida.