La diferencia en el partido fue el peso de los delanteros dentro del área, porque pese a que el marcador terminó 4-2, la diferencia no fue tal en cuanto al juego de ambos equipos.
Luqueño fue superior en la primera etapa, con un Reinaldo Ocampo inspirado que fue el armador de los ataques y un Rorro López que no daba muchas vueltas y definía las acciones que tenía.
Con esta claridad, los auriazules pudieron revertir el tempranero gol de Cecilio Domínguez y culminar la primera etapa 2-1 arriba.
La segunda etapa fue de mayor dominio danzarín con un Édgar Villasboa que trasladó el fútbol por el carril derecho y llevó el mayor miedo al arco de Joel Silva.
Sol igualó con el cabezazo certero de Blas Cáceres que marcó por segunda fecha consecutiva, pero la reacción de Luqueño no se hizo esperar con un Cristhian Aguada que desnivelaba por el andarivel izquierdo, sumado a Ocampo y la claridad de López, sentenciaron el 4-2 del partido.