04 may. 2025

Roban pareja de pavos reales y papagayos en zoo asunceno

Dos papagayos rojos y dos pavos reales fueron robados del Jardín Botánico y Zoológico de Asunción durante la madrugada de ayer, según la denuncia realizada por uno de los funcionarios del lugar en la Comisaría 12ª Metropolitana.

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Exóticos. Pavos reales fueron sustraídos de su hábitat durante la madrugada. Foto: Archivo.

Las aves exóticas fueron sustraídas de sus hábitats por desconocidos. Según una fuente que prefirió el anonimato por temor a represalias, el robo pudo haber sido perpetrado por una rosca de funcionarios del propio zoológico capitalino que lucra cada tanto vendiendo estos animales en el mercado negro.

Al ser consultada sobre el hurto de estas dos especies de aves, la directora del Zoológico, Maris Llorens, se reservó en dar declaraciones, pero señaló que están haciendo una investigación y que hoy estarían dando los detalles.

El comisario Juan Ramírez, de la Comisaría 12ª Metropolitana, dijo que Julián Vera Morales (jefe de seguridad del zoológico en turno noche) hizo la denuncia del robo. Según consta en el acta, los animales desaparecieron en la madrugada, alrededor de las 4.30. Recién se percataron del hecho a las 6.00.

No es la primera vez que desaparecen misteriosamente animales del zoológico capitalino.

En 2011, un ocelote o jaguarete’i, especie en vías de extinción, también fue objetivo de los ladrones. Entonces se especulaba que su valor en el mercado negro rodaba entre 6.000 y 10.000 dólares. Nunca hubo avances en la investigación.

SEGURIDAD. El escaso personal de seguridad es uno de los problemas que tiene el zoológico. En una reunión reciente con Mario Ferreiro, los guardias pidieron más equipamientos, como armas, linternas y otros, además del refuerzo del personal, ya que deben cubrir más de 250 hectáreas de superficie y más de 100 corresponden a una zona boscosa.

Desde hace tiempo que los barrotes de las rejas que rodean el santuario natural son carneados facilitando el ingreso de personas y, a veces, son los propios moradores de la zona quienes destruyen el enrejado para acortar el paso desde Viñas Cué hasta ruta Transchaco.