Ocurre que el “sinceramiento” presupuestario de Hacienda sobre el rubro de inversión de fuente 10, de los recursos del Tesoro, produjo un ostensible recorte a once facultades de la UNA.
“Sin recursos no podemos seguir produciendo profesionales universitarios. Lo que están haciendo a la educación es un perjuicio demasiado grande”, afirmó Marcos Sanabria, consejero estudiantil de la Facultad de Ingeniería (Fiuna) en el Consejo Superior Universitario (CSU).
En su casa de estudios, por citar, abonan G. 100.000 de cuota mensual. A este ritmo de desinversión el riesgo es –dijo– que se incremente.
“Si no tenemos cómo cubrir gastos mínimos, en cada unidad académica, se va a tener que llegar a ese extremo. Los recortes son sistemáticos y cada año sube la cantidad de estudiantes y, por ende, de docentes”, refirió.
El Centro de Estudiantes de Fiuna solicitó ayer, mediante una nota dirigida a la ministra de Hacienda, Lea Giménez, una explicación sobre los recortes a esa facultad, en particular, a saber que se precisan más y mejores ingenieros para el desarrollo del país.