“El proyecto básicamente despenaliza el consumo de la marihuana para exclusivo uso personal y no da una cantidad de lo que uno puede portar. Se saca los 10 gramos y se deja estrictamente a criterio médico”, explicó el abogado Juan Khön Gallardo, asesor del diputado Víctor Ríos, quien presentó el proyecto de ley.
En ese sentido, advirtió que de aprobarse el proyecto el tráfico de marihuana seguirá siendo penado y cada consumidor deberá tener una receta médica o estar inscripto en algún registro. “Va a seguir siendo una sustancia controlada por el Estado y debería ser prohibida para menores de 20 años. Los narcos van a ser castigados como siempre, pero no el usuario que planta”, recalcó Khön Gallardo.
“Si nos guiamos por el artículo 33 de la Constitución, que habla del derecho a la privacidad, el Estado no tiene por qué meterse en lo que vos hagas en tu espacio, siempre que no afecte a terceros ni al orden público”, señaló por su parte José León, del movimiento Quiero Ser Legal, que impulsa la despenalización del cultivo personal de la planta de cannabis.
La organización busca desmitificar a la marihuana a través de charlas con médicos y especialistas en distintas áreas. “El artículo 30 (de la Ley 1340) nos dice que podemos tener hasta 10 gramos para consumo personal. Ahora el artículo 33 nos dice que aquel que cultivara, sembrara o cosechara estaría teniendo hasta 20 años de prisión. Puedo fumar, pero no puedo plantar. Entonces, ¿cómo consigo? Muchos de nosotros tenemos que recurrir al narcotráfico”, cuestionó León.
RECETA. Consultado sobre el proyecto, el siquiatra Manuel Fresco, del Centro Nacional de Control de Adicciones, explicó que una falencia que encontró es que la propuesta contempla recetas médicas para el uso recreativo de la marihuana.
“El uso recreacional de cualquier droga no tiene que ser bajo prescripción médica. No te puedo recetar seis latitas de cerveza para este viernes. La receta médica es un acto sanitario”, cuestionó Fresco.
“Esa parte de la Ley 1340 que dice ‘cuando la cantidad sea cantidad mayor de la que el médico le hubiera recetado’ se refiere a los medicamentos que están contemplados también como sustancias peligrosas. Está orientado a los psicofármacos, pero no a las drogas recreativas. Se tiene que tener otro manejo, hay que buscar la fórmula, que es el uso responsable que están probando los uruguayos”, añadió.
A pesar de los cuestionamientos a este proyecto, Fresco opinó que la legalización es un proceso que difícilmente se pueda atajar, por la revisión mundial que se hace a las políticas represivas. Aseveró que la marihuana es una “sustancia como cualquier otra, tiene efectos que pueden ser utilizados para la medicina, para función recreativa, y tiene los riesgos de cualquier droga. No hay un solo químico que se use en medicina que esté libre de efectos colaterales, de riesgos”.