Los campesinos que llegaron de diferentes puntos del país a Asunción cumplen una semana y media de marchas exigiendo la condonación de sus deudas, pero hasta hoy no se avizoran soluciones a la problemática. Los labriegos intensificaron ayer la protesta y cerraron los principales puntos de entrada y salida al microcentro capitalino, con lo cual se generó un caos vehicular y el enojo de la ciudadanía.
En horas de la mañana crearon piquetes y con fogones improvisados –principalmente quemando basuras– cerraban las calles. Así marcharon por las calles Caballero, Herrera, Fulgencio R. Moreno y Manuel Domínguez y con cierres intermitentes dejaban atrapados a los automovilistas.
Continuaron así hasta llegar a Cuarta Proyectada (Roma), donde los antimotines tuvieron que intervenir e instaron a bajar los ánimos de la marcha, a lo que los manifestantes accedieron. En cuanto a las basuras que quemaban, los policías tuvieron que apagarlas.
Pasado el mediodía, los labriegos volvieron por Quinta Proyectada hasta Chile y retomaron hasta la Plaza de Armas. En horas de la tarde, decidieron no realizar marchas y celebraron una misa.
Hoy las movilizaciones serán similares a las de ayer, adelantó Luis Aguayo, de la Coordinadora Nacional Intersectorial, y resaltó que la medida seguirá por tiempo indefinido.
La estrategia de la movilización es avisar a última hora los puntos por donde pasarán, lo cual acrecienta el caos. Aguayo aseveró además que hay una política de “especulación del Gobierno” al afirmar que “no existen datos concretos de la deuda”, ya que consideró que en el proyecto de ley se trabajó en conjunto con técnicos que cuantificaron la deuda.
“El gobierno de Horacio Cartes está preparando los aparatos represivos, en vez de proponer respuesta a nuestros reclamos. Con cascos azules, carros hidrantes y policías de la Montada no se solucionará nada”, expresó a ÚH.
RECLAMO. Los labriegos se movilizan en protesta por el supuesto incumplimiento del Gobierno al acuerdo firmado en abril del 2016, en el cual se comprometió a comprar las deudas de los labriegos a través del BNF. Se compró por casi G. 5.000 millones, que representa una mínima parte en comparación con lo estimado, que asciende a USD 22,8 millones en deudas con bancos privados. Esta vez los campesinos plantearon nuevamente la condonación de deudas en principio, pero esta propuesta se dejó de lado y se intenta ahora negociar un subsidio.
El lunes se reunieron con legisladores y representantes de varias instituciones del Gobierno, pero el encuentro quedó en cuarto intermedio.
