El jefe de la Policía filipina, Ronald de la Rosa, dijo ante una comisión de investigación del Senado que 756 de las muertes se produjeron en operaciones policiales, debido a la resistencia de las víctimas a ser detenidas. De la Rosa atribuyó la autoría del resto de muertes a grupos de vigilantes, a los que no identificó.
El jefe policial manifestó también que más de 670.000 personas se han entregado a las autoridades y más de 11.000 han sido detenidas por su relación con las drogas, en la segunda vista de la comisión retransmitida por las televisiones locales. De la Rosa señaló que el número de personas que se han entregado demuestra la fortaleza de una campaña que, indicó, ha contribuido a un descenso significativo del número total de crímenes. “La campaña revela la magnitud del problema, persuade a personalidades de la droga a entregarse e intensifica la acción policial con el resultado de reducción del crimen”, estimó el jefe de la Policía. De la Rosa aseguró que las operaciones de la policía cuentan con “el reconocimiento y el apoyo” de la ciudadanía, y añadió que esta favorece la “limpieza interna” en la policía, con unos 70 agentes identificados por su implicación con el narcotráfico.
“La policía es más agresiva en la lucha contra la droga ahora con un presidente que da su apoyo a la campaña”, dijo De la Rosa, que negó que haya órdenes directas de disparar a matar. EFE