Corresponsal - Pilar
Roberto Cabañas es una leyenda deportiva para todos los pilarenses. El Municipio ya le había otorgado en su oportunidad la distinción de hijo dilecto y realmente es una gloria del deporte que debe ser recordado por siempre.
Elvio Ghiringhelli, amigo de infancia de Roberto, refiere que la partida de su amigo es muy triste.
“Éramos como hermanos”, indicó, recordando que Roberto le tenía una estima muy especial: “Siempre me consultaba todo”. Menciona que siempre fue así, solidario, y con un cariño entrañable a su ciudad natal, y a los amigos de la calle Colón.
Relata Elvio que la calle en esos años era un gran arenal, un sitio ideal para organizar los partidos de fútbol.
El club Capitán Bado cuenta Elvio que para todos fue el gran trampolín a la fama. “A los 16 años, de la infantil, saltamos a la Primera y fuimos campeones, nos recordaban como los caras sucias”, recordaba el fiel amigo de la Pantera.
Finalmente, dijo: “Roberto nos deja un legado tan grande; fue un auténtico embajador de Pilar. Estando en cualquier lugar se acordaba de su patria chica y de sus amigos de la calle Colón”.
Valerio Cabañas, hermano de Roberto, recuerda que en la infancia eran unos 14 chicos casi de la misma edad, y el sitio de encuentro infaltable era la calle Colón.
“De ese grupo tres fuimos profesionales”, recuerda. Elvio que jugó por Guaraní, Roberto a Cerro y yo a Libertad”, cuenta Valerio.
