Su partida podría abrir la puerta a un desbloqueo de la situación política en España, donde los conservadores del Partido Popular (PP) no han podido desde hace más de nueve meses investir a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, en parte por la firme oposición del hasta ahora líder socialista. Minutos antes de presentar su dimisión, en la reunión del comité federal, Sánchez perdió por 133 votos en contra y 107 a favor la votación sobre la celebración de un congreso, indicaron 2 fuentes del partido.
Sánchez había solicitado dicho congreso junto con unas elecciones primarias para revalidar su liderazgo, después de que el sector crítico del PSOE tratara de derribarlo esta semana.
El comité federal, una especie de “parlamento” del partido al que acudieron más de 250 integrantes en Madrid, necesitó diez horas de desencuentros, tres recesos y hasta llantos para ponerse de acuerdo sobre esta votación, efectuada a mano alzada.
Sánchez estaba muy debilitado desde que el miércoles dimitió en bloque casi la mitad de la cúpula dirigente del partido. Su plan era recuperar el impulso presentándose a unas primarias solicitadas para el 23 de octubre, luego validadas por un congreso posterior, a mitad de noviembre.
Sus detractores en cambio no reconocían su autoridad desde las dimisiones del miércoles, y pedían confiar la dirección interina del partido a una gestora.
El PSOE llegó al encuentro fracturado en dos bandos formados en torno al siguiente dilema: dejar que el PP de Mariano Rajoy gobierne España en minoría con 137 de los 350 diputados del Parlamento, o bien seguir oponiéndose a este y explorar un Gobierno alternativo, tal y como proponía Sánchez. afp