EFE
Clinton calificó de “extraña” la carta del director del FBI, Jams Comey, al Congreso anunciando la reapertura de esa investigación sobre el uso de un servidor público para manejar su correo electrónico cuando era secretaria de Estado (2009-2013) y se quejó de su “escasa información”.
Afirmó que, como el público, ella tiene “algunas preguntas” sobre una decisión “sin precedentes”, anunciada “justo antes de las elecciones” y “profundamente perturbadora” y exigió a Comey “explicar” todo y poner “las cosas sobre la mesa”.
Clinton afirmó que todo lo que a la gente de Estados Unidos le importa, “está en juego” en estas elecciones, incluso “el sueño americano”, y llamó a batir todos los récords de participación electoral, para evitar que la visión “oscura y divisora” que su rival republicano, Donald Trump, tiene del país se imponga.
La ex primera dama y ex secretaria de Estado pidió a los asistentes su “ayuda” para rechazar a Trump, que, según dijo, quiere que las mujeres, los jóvenes, los latinos y los afroamericanas se “queden en casa” y no vayan a votar.
Florida es un estado importante en las elecciones porque otorga 29 votos o circunscripciones electorales a quien gane en su territorio, una cifra que puede marcar la diferencia en una elección reñida como es esta.
Clinton acusó a Trump de haber dicho “muchas mentiras” sobre el asunto de los correos electrónicos y la investigación del FBI y afirmó, como viene haciendo en los mítines de su campaña, que no está cualificado para el cargo de presidente.
La candidata demócrata afirmó que en todas las campañas hay “altos y bajos” pero que esta es probablemente la “más importante de nuestras vidas”, y aseguró que está “motivada, entusiasmada y lista” para seguir adelante.
Clinton prometió a sus seguidores que nunca dejará de trabajar para ellos. “Ni un solo día”, subrayó.
Tras subrayar “vamos a ganar”, afirmó que no por ello hay que dar por descontada la victoria e instó a la gente que la apoya en Florida que convenzan a sus amigos de que no voten por Trump, del que dijo que es el único candidato, demócrata o republicano, que ha dicho que no va a respetar el resultado de las elecciones y “atacado nuestra democracia”.