Rusia abre un proceso penal contra un funcionario regional de Irkustk y detiene a 23 personas relacionadas con la venta de la bebida con metanol. Los fallecidos tomaron loción de baño en vez de vodka.
El total de intoxicados supera el centenar de personas. En la ciudad de Irkutsk, el jefe de Estado, Dmitri Bérdnikov, declaró estado de emergencia.
Por su parte, la Policía se ha incautado de la loción, cuya etiqueta no indicaba que contuviera metanol y que se siguió vendiendo, a pesar de que las primeras alarmas de muertes por intoxicación saltaron hace diez días. El comité de investigaciones ruso dio pie a los procesos criminales, tanto por la adulteración de los productos como por su venta ilegal.
La comisión de investigación que se creó a petición del primer ministro ruso, Dimitri Medvédev, abrió una causa penal contra la funcionaria del gobierno regional de Irkutsk Yevgeniya Nefedova por negligencia, al considerar que había pruebas suficientes para clausurar el local que distribuyó el producto y al que Nefedova se limitó a multar.
En tanto, más de 20 personas fueron detenidas por la causa. El último, el jefe de la inspección de defensa de los derechos del consumidor, Mijaíl Luzhnov, fue acusado por negligencia y tuvo que ser hospitalizado de urgencia tras sufrir un infarto.
Según El País de España, en los hospitales de Irkutsk continúan 16 intoxicados, en su mayoría, las entre 25 y 50 años. Todas, excepto un vagabundo, procedían de familias de bajos recursos que tomaban la loción desde hace años. El problema, según los investigadores, llegó cuando la fábrica que la producía cambió su proveedor de alcohol.
En Rusia, según Reuters, aproximadamente 12 millones de personas de una población total de más de 140 millones, recurren al consumo de productos baratos con alto contenido etílico. La Policía ha descubierto varias fábricas clandestinas de este tipo de productos y almacenes con miles de cajas de botellas de alcohol ilegal. Para combatir estas prácticas, el Gobierno ha prohibido temporalmente, entre otras medidas, la venta de líquidos con alcohol que no sean oficialmente certificados.
Otro caso no muy lejos de la ciudad es la de Pakistán. Al menos 29 personas murieron, la mayoría de confesión cristiana, tras consumir alcohol adulterado producido de manera ilegal durante las celebraciones de Navidad en el centro de Pakistán.